La seguridad energética es una de las prioridades de Polonia, que depende en gran medida de las importaciones de gas y petróleo rusos, por lo que, como reconoció Tusk, "por razones obvias" el gas de esquisto y la energía nuclear fueron temas de conversación centrales en el encuentro que mantuvieron ambos mandatarios.
El yacimiento de gas de esquisto descubierto en Polonia es uno de los más grandes de Europa, aunque su explotación cuenta con los recelos de países como Francia, que ven en esta operación un perjuicio al medio ambiente.
Tusk explicó que Polonia tiene el gas y Estados Unidos la tecnología para explotarlo, así que reiteró la disposición polaca a una colaboración para que ambos países apuntalen "la seguridad energética común", no sólo en la extracción del gas sino también en el aprovechamiento de energía nuclear, ya que el país centroeuropeo prevé construir en los próximos años sus dos primeras centrales nucleares.
"He recibido con gran satisfacción la palabra del presidente de Estados Unidos de que va a considerar seriamente esa cooperación", subrayó en la rueda de prensa conjunta que ofreció junto con Barack Obama.
Para Donald Tusk, la seguridad en Polonia sólo será plena si va unida a la seguridad energética, aunque también reconoció la importancia de que Estados Unidos decida establecer una fuerza militar en suelo polaco, algo que está "cada vez más cerca".