El fiscal Eduardo Taiano acusó a la exmandataria de los delitos de encubrimiento, estorbo de un acto funcional, y abuso de autoridad.
También imputó con los mismos cargos al excanciller Jorge Timerman; al exsecretario Legal de la Presidencia, Carlos Zannini; y al exdirector de la Agencia Federal de Investigación, Oscar Parrilli, entre otros funcionarios.
Según Taiano, a lo largo de la investigación quedó acreditado que todos los acusados ejercieron roles específicos tendientes a ayudar a los ciudadanos iraníes acusados del ataque terrorista ocurrido en 1994 en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
El fiscal retomó así la investigación que llevó a cabo el fiscal Alberto Nisman, quien fue encontrado muerto en su casa en enero de 2015, cuatro días después de haber denunciado el supuesto pacto de Fernández de Kirchner con los iraníes.
Según Nisman, cuya muerte no se ha esclarecido, la entonces presidenta negoció con la república islámica la impunidad de los iraníes acusados del peor ataque terrorista sufrido en el país sudamericano, a cambio de acuerdos comerciales.
Múltiples instancias judiciales desestimaron la denuncia de Nisman por inconsistente y falta de pruebas, ya que el Memorándum Argentina-Irán fue aprobado por el Congreso, no sólo por la presidenta, y el canje de venta de granos por petróleo nunca se puso en marcha.
Además, las “alertas rojas” de Interpol para detener a los iraníes implicados en el atentado jamás se levantaron, lo que, según Nisman, era un elemento central del supuesto pacto de impunidad.
La denuncia de Nisman fue reactivada por Claudio Bonadío (un juez antikirchnerista) en cuanto la expresidenta dejó el gobierno, a pesar de que el magistrado había sido acusado de amenazas por el propio Nisman, quien también denunció que quería obstaculizar la investigación de la causa AMIA.
Antes, en 2005, Bonadio ya había sido separado de la causa AMIA por la parcialidad de su actuación judicial, pero 12 años después, de manera contradictoria, procesó a la expresidenta y ordenó su desafuero y detención.
Fernández de Kirchner en la actualidad es senadora y sólo será desaforada, y por lo tanto detenida de inmediato, si así lo votan dos tercios de los senadores que estén presentes en la sesión.