Instamos a los líderes de esos países a buscar un diálogo político pacífico” con amplios sectores de la sociedad, señaló el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
“Hay una razón para estas protestas y es necesario escucharlas y responderles (a los manifestantes)”, añadió Carney, quien señaló que esa es la posición de Washington hacia Yemen, que es la misma para toda la región.
Indicó que el mandatario estadunidense Barack Obama no ha tenido contacto con el presidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh.
La Casa Blanca condenó la víspera la “brutal represión” del gobierno de Siria contra manifestantes, en particular la violencia y muerte de civiles a manos de las fuerzas de seguridad del régimen, pero es la primera vez que hace un llamado específico a los líderes de esos países.
Al menos 25 manifestantes murieron la víspera durante la violenta represión en una mezquita en la sureña ciudad de Deraa, foco central de las protestas contra el gobierno del presidente Bashar Assad, que iniciaron el viernes pasado.
Por otra parte, Carney señaló que el presidente Obama tiene planeado hablar “en un futuro muy cercano” sobre la participación estadunidense en la operación militar en Libia.
Tanto legisladores republicanos como demócratas han criticado a Obama por no realizar consultas políticas con el Congreso antes de comprometer el apoyo a la coalición de países que busca hacer cumplir la resolución 1973 de Naciones Unidas.
Esa resolución, aprobada el pasado 17 de marzo, el Consejo de Seguridad autoriza a “tomar todas las medidas necesarias” para proteger a los civiles libios de los ataques del líder Muamar Gadafi, entre ellas una zona de exclusión aérea.