La ONU y la Conferencia Episcopal Colombiana son participantes invitados en el proceso de Verificación y Veeduría del Cese al Fuego Bilateral, Temporal y Nacional entre el gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional, que está en vigencia desde octubre del 2017.
La Misión de Verificación de la ONU y la Conferencia Episcopal “son conscientes de las dificultades del cese al fuego temporal y de la falta de consenso en relación con la implementación de determinados aspectos del Acuerdo de Quito”, señaló un comunicado conjunto difundido en Bogotá.
Indicaron que “comparten la necesidad de un acuerdo de cese al fuego más robusto que genere mayor confianza entre las partes y en la sociedad colombiana”.
Asimismo recalcularon “el alivio humanitario que el Cese al Fuego temporal ha representado para las comunidades y la disminución de la violencia en la mayoría de las zonas afectadas por el conflicto. Son beneficios tangibles que redundan en mayor legitimidad para el proceso de paz”.
En víspera del cumplimiento del plazo del cese al fuego temporal, la Conferencia Episcopal y la Misión de la ONU exhortaron “al gobierno de Colombia y al Ejército de Liberación Nacional para perseverar en los diálogos, avanzar más aún hacia la reducción de la violencia, y consolidar y ampliar los beneficios logrados para las comunidades desde el establecimiento del cese al fuego el 1 de octubre”.
Delegados del gobierno de Santos y el ELN reanudarán los diálogos mañana martes en Quito, Ecuador, para buscar una salida política negociada a más de 52 años de confrontación armada.
El ELN es la fuerza insurgente más importante que está activa después de la dejación de las armas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que desde agosto pasado se convirtió en partido político legal para participar en los futuros procesos electorales en Colombia.