Los tiroteos tuvieron lugar pocas horas después de que el Gobierno brasileño y las autoridades del estado de Sao Paulo anunciaran la puesta en marcha de un plan conjunto para frenar la ola de violencia que sacude la región.
En los incidentes de hoy, dos jóvenes murieron a causa de los disparos en el barrio de Itaquera, una de las zonas más golpeadas por la violencia en las últimas semanas, dijo a Efe una fuente de la Secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo.
En otras acciones similares registradas en zonas próximas un joven perdió la vida y un agente policial resultó herido, aunque su estado no reviste peligro.
Las otras dos víctimas mortales se registraron en el norte de Sao Paulo y en el vecino municipio de Guarulhos, mientras que dos personas resultaron heridas en tiroteos en la localidad de Cotia.
Entre enero y septiembre la violencia causó la muerte de 982 civiles en el estado de Sao Paulo, donde residen más de 40 millones de personas, además de cobrarse la vida de 90 policías, la mayoría fuera del acto de servicio.
El plan anunciado ayer por el Gobierno prevé la creación de un centro integrado de inteligencia que coordinará el trabajo de las fuerzas de seguridad regionales y federales.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, señaló que cada cuerpo de policía continuará trabajando exclusivamente en su área de actuación, pero consideró que la cooperación en inteligencia será clave para "asfixiar financieramente" a las bandas criminales.
Las autoridades sospechan que cabecillas encarcelados de bandas de narcotraficantes, entre ellas la organización delictiva Primer Comando de la Capital (PCC), dirigen desde prisión los ataques contra las fuerzas de seguridad.