En declaraciones publicadas en el diario "Rzeczpospolita", el ministro anunció también la construcción de una red de búnkeres y refugios en las regiones polacas fronteriza con Bielorrusia, así como el reforzamiento del muro fronterizo que se levantó allí hace menos de un año y que se extiende a lo largo de 186 kilómetros.
Kosiniak-Kamysz aseguró que, cuando viajó a Ucrania poco después del estallido de la guerra, como parte de una delegación parlamentaria, tomó la decisión de preparar una "mochila de emergencia" con una radio de batería, una linterna, fósforos, un botiquín de primeros auxilios y comida para dos días, tal y como aconseja el Centro de Seguridad del Gobierno.
"Todavía la tengo lista", subrayó el ministro, "y aconsejo a los polacos que hagan lo mismo, porque es algo bueno para casos de desastres naturales o eventos inesperados".
"No se trata de asustar a nadie, pero así como los padres siempre preparan una maleta con ropa de bebé cuando esperamos un nacimiento (...) hay que estar preparados para cualquier situación", enfatizó.
El responsable de Defensa, que es también vicepresidente del Gobierno polaco, se refirió a la "situación de riesgo y amenaza" a la que en su opinión se enfrentan los flancos este y norte de Europa, y apuntó la necesidad de considerar "unificar" estas dos regiones en los planes de Defensa aliados de la OTAN.
Kosiniak-Kamysz comentó también el caso de un juez polaco que hace pocos días pidió asilo político en Bielorrusia y cuyas circunstancias están siendo investigadas, y calificó de "traidor" al magistrado, pues, dijo, "si alguien va voluntariamente a un país que no es precisamente la democracia más brillante del mundo, se pone al servicio de rusos y bielorrusos y concede entrevistas, actúa en detrimento del Estado polaco".