Según informó la compañía aeronáutica en un comunicado, los dos mandatarios participaron en el acto de festejo por la finalización del avión número 100 de la familia A320 que se monta en la Línea de Ensamblaje Final China (FALC), una empresa de riesgo compartido entre Airbus y sus socios chinos.
"La finalización del avión número 100 de la Familia A320 en la línea de ensamblaje final de Airbus en Tianjin representa un importante hito para la cooperación entre Airbus y China, así como para la estrategia de internacionalización de Airbus, uno de los pilares de la visión de futuro" de la compañía, declaró su presidente y director ejecutivo, Fabrice Brégier.
El día antes de la visita a Tianjin, China había anunciado el pedido de 50 aviones A320 a Airbus, por valor de 3.500 millones de dólares.
La firma del acuerdo, presidida por los dos mandatarios y con la presencia del máximo responsable de Airbus, Tom Enders, culminó la segunda ronda de consultas intergubernamentales chino-alemana, en la que participaron siete de los 14 ministros del Gabinete de Merkel.
El estatal Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), el mayor del mundo por volumen de capitalización, será el encargado de financiar la compra.
Con la visita a Tianjin, Merkel pone fin a lo que ha sido su segundo viaje a China en lo que va de año y el sexto de su mandato.
El jueves, la canciller alemana se reunió con las principales autoridades chinas, incluido el propio Wen y el presidente, Hu Jintao, así como el vicepresidente, Xi Jinping.
En una rueda de prensa tras su encuentro, Wen expresó a Merkel el nerviosismo internacional en torno a la crisis de la deuda en la zona euro, aunque declaró que China continuará comprando bonos europeos una vez evaluados todos los riesgos.