En las primeras consultas entre los dos gobiernos en dos años, con presencia de Berlusconi y cinco de sus ministros, Merkel dijo que "Alemania hará todo lo que sea, si es necesario; se discutirán todos los pasos".
Berlusconi coincidió con Merkel en apostar en la crisis del euro por "una lectura optimista" de la situación "para tranquilizar a los ciudadanos de la UE y a los inversores".
"A veces las preguntas psicológicas tienen un importante efecto", señaló Merkel, quien con Berlusconi recomendó esperar antes de hacer comentarios a ver la evolución de Portugal y de su deuda pública.
Bruselas ha negado en los últimos días que Lisboa esté negociando un rescate europeo.
Merkel mostró hoy su satisfacción por la noticia de que Portugal superó con éxito la emisión de mil 249 millones de euros en deuda soberana, con un interés del 6.71 por ciento a diez años, menor que en la anterior operación de este tipo, y con una demanda tres veces mayor a la oferta.
El Estado luso emitió 650 millones en deuda a cuatro años, a un interés del 5.39 por ciento, y otros 599 millones con vencimiento en 2020 cuyo interés quedó por debajo de la barrera crítica del 7 por ciento, que había rebasado en los últimos días en los mercados.
"Después de lo que he oído, todo transcurre correctamente", dijo escuetamente la gobernante alemana.
Berlusconi insistió en "no aportar pesimismo, sino una perspectiva optimista que ayude al consumo y a la economía".
Al respecto, Merkel abogó por una mejor coordinación política en la UE, exigió una "mejora de la cultura de estabilidad" y recomendó a los socios europeos "hacer los deberes paso a paso".
"No hay razón para incurrir en el nerviosismo por el problema en la eurozona", subrayó Merkel.
Ambos dirigentes hablaron hoy de las relaciones con China, la política de inmigración y la necesidad de una política energética común en la UE.