"Las relaciones chino-germanas ofrecen muchas posibilidades de intercambio de nuestras diferencias de opinión", dijo Merkel en Pekín, donde llegó hoy procedente de Sichuan y donde se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Keqiang.
Según fuentes del gobierno alemán, Merkel quiere hablar de cuestiones de derechos humanos, aunque se considera muy improbable que convenza a la cúpula china de que permita al artista Ai Weiwei viajar a su exposición en Berlín, abierta hasta el 13 de julio. La crisis ucraniana y los problemas de la Unión Europea con Rusia, así como el contencioso nuclear iraní son otros temas de la agenda.
La industria automovilística alemana es una prueba de las buenas oportunidades que hay para el empresariado alemán en China, añadió Merkel. La canciller busca, acompañada de una delegación política empresarial, ampliar los negocios con China. Además, las empresas alemanas piden más libertad empresarial en el país asiático.
La primera estación del viaje, que durará hasta el martes, fue Chengdu, la capital de la provincia emergente de Sichuan, en el oeste del país, donde visitó una joint-venture de la automotriz germana Volskwagen con la china FAW.
El líder de VW, Martin Winterkorn, destacó que no ve riesgos en las inversiones, aunque deseo una mayor rapidez en los procesos, ante la lentitud burocrática en el país.
Los empresarios alemanes también denuncian la falta de protección de la propiedad intelectual, la piratería y la obligación de unirse a empresas comunitarias chinas, lo que afecta sobre todo al sector del automóvil.
Merkel visitó también un proyecto social para mejorar la integración de los trabajadores que emigran a las ciudades, ante la exclusión y desarraigo que sufren sobre todo los niños. China es uno de los principales socios comerciales de Alemania, con un volumen de 140,000 millones de euros al año. En 2013 china fue, con exportaciones por 67,000 millones de euros, el segundo mercado mayor de ventas de Alemania fuera de Europa, sólo superado por Estados Unidos. Además China es de importancia estratégica para industrias claves alemanas como automotrices o de construcción de maquinaria. (DPA)