Los Veintisiete han vuelto a exponer su desacuerdo respecto a la autorización de nuevas variedades de maíz transgénico, tanto en el Consejo de ministros de la UE como en una reunión de expertos del Comité Permanente de la Cadena Alimentaria.
En Bruselas, los países no se han puesto de acuerdo, ni a favor ni en contra, sobre la propuesta de la Comisión Europea para autorizar la comercialización en la UE de una nueva variedad de maíz genéticamente modificado (el MIR604, que produce Syngenta).
El Ejecutivo de la UE indicó en un comunicado que los representantes de los países, reunidos en el Comité Permanente de la Cadena Alimentaria, no adoptaron una posición común al respecto, por lo que la cuestión será trasladada al Consejo de Ministros.
Bruselas presentó la propuesta para autorizar la importación y procesado del citado Organismo Genéticamente Modificado (OGM) como alimento o pienso tras recibir una petición de la compañía Syngenta y a la vista del informe favorable de la Autoridad europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés).
La Comisión subrayó que, según EFSA, el maíz MIR604 no entraña ningún riesgo para la salud humana o animal ni para el medio ambiente.
Si el Consejo de Ministros tampoco llega a un acuerdo para dar luz verde a la nueva variedad, la propuesta será devuelta a la Comisión, que podrá entonces darle su visto bueno definitivo.
Eso es lo que ha ocurrido en Luxemburgo, en la reunión del Consejo de Agricultura comunitario, pues los Veintisiete no lograron el consenso suficiente para la autorización de tres tipos de maíz transgénico, comercializados por la multinacional Monsanto.
En este caso, la Comisión puede aprobarlos unilateralmente si pasa un plazo y no hay opinión del Consejo.
Así ha ocurrido cada vez que se ha autorizado un nuevo expediente de OGM en la UE, desde que en 2004 acabó la moratoria europea contra ese tipo de productos.