Pinto se presentó junto con el ministro del Interior, Miguel Rodríguez, en una rueda de prensa, horas después de su liberación, que ocurrió en la localidad de Cúa, en el estado central de Miranda.
"Fue liberada frente a un hospital y por lo tanto no hay capturados por el caso, pero continúan las investigaciones que llevamos desde el inicio. Yo estoy seguro de la capacidad de la policía para la investigación", señaló el ministro.
A su vez, la periodista dijo que estuvo vendada los ocho días de cautiverio y que los captores no la maltrataron ni hablaron directamente con ella.
"Quiero agradecer a cada uno de ustedes (periodistas) por el fin de esta pesadilla. Doy gracias a dios por la fortaleza y por llevar esto a feliz término y a las autoridades porque una cosa que me decían era que Venezuela estaba movida por este caso", indicó.
Agregó que por "seguridad" no puede dar detalles, ya que la policía continúa las investigaciones.
A la vez, Rodríguez dijo que sostuvo una larga conversación con la periodista luego de la liberación. Agregó que fue examinada por médicos y está en "perfecto estado".
"Ella ha aportado datos para continuar las investigaciones", dijo y agregó que la presión de la policía, que desplegó unos 3.000 agentes en la región de Miranda, precipitó el desenlace del plagio.
"No hemos querido adelantar detalles porque hay equipos investigando para llegar a los responsables. Una sola reflexión: cuando se hace un secuestro es normalmente con un fin económico, pero en el caso de Nairobi nos hacemos la pregunta de quién gana con esta acción", aseveró.
Pinto fue secuestrada la semana pasada cerca de su casa en Caracas, luego de recibir amenazas. El secuestro movilizó a los gremios de periodistas con campañas por su liberación, mientras Rodríguez desestimó que el hecho tuviera motivaciones políticas.
Sin embargo, la dirigente estudiantil Gaby Arellano, uno de los rostros visibles de las protestas contra el gobierno que se iniciaron el 12 de febrero, acusó a Rodríguez del secuestro, alegando que se pretendía investigar a través de su amiga las actividades de los grupos rebeldes que dirigen las manifestaciones.
Globovisión fue un canal crítico al gobierno hasta el año pasado, cuando cambió de dueños y modificó su línea editorial, alegando la búsqueda de una posición más de centro. (DPA)