Lo cierto es que la presidencia polaca, la primera en la historia, llega en "momentos difíciles", reconoció Tusk tras recibir de su homólogo húngaro, Víctor Orban, el relevo al frente de la UE.
Pero a pesar de esas dificultades, el jefe de gobierno polaco confía en que los próximos seis meses sean un éxito para Polonia, un país que, "aunque no es el miembro más importante de la Unión Europea o el que tiene mayor potencial económico, sí es el primero en cuanto a energía y optimismo, algo que se va a volcar en este mandato".
Entre los objetivos de esta presidencia Tusk apuntó a la rúbrica de la adhesión de Croacia a la Unión como la "guinda del pastel".
Y es que Polonia está decidida a impulsar el crecimiento de la UE y la cooperación con los estados vecinos, porque esto garantizará "la estabilidad a las puertas de Europa".
Sin duda el principal acento del mandato polaco será la política hacia los vecinos de la Unión, especialmente las antiguas repúblicas soviéticas, con la cumbre del Partenariado Oriental como evento estrella de este semestre.
Varsovia quiere que la Unión Europea firme un acuerdo de libre comercio con Ucrania, e incluso no descarta incluir a Moldavia y Georgia.
La seguridad energética común y una mayor unión militar son otras de las prioridades de Polonia, que comienza su presidencia apelando al principio de solidaridad entre los países miembros, siempre con el objetivo de encontrar un espacio común de acuerdo.
Precisamente el consenso será necesario más necesario que nunca para superar las dificultades de Grecia, la adopción de reformas económicas y la negociación del futuro presupuesto de la UE para el periodo de 2014 a 2020.
Como principal beneficiaria de los fondos de cohesión, Polonia apuesta por aumentar el presupuesto comunitario frente a otros socios como Gran Bretaña u Holanda, que abogan por el recorte.
Antes, durante un encuentro con periodistas extranjeros, el jefe del gobierno polaco se mostró preocupado porque la crisis ha dado fuerzas a los euroescépticos, e insistió en que los principios básicos de la Unión Europea no deben ser modificados.
"Este invento puede funcionar eficazmente para responder a las situaciones críticas con más Europa", aseguró.
Durante los últimos meses, Tusk, premio Carlomagno en reconocimiento a su europeísmo, ha mostrado su oposición a cualquier limitación del tratado de Schengen o a posibles recortes en el presupuesto comunitario, al considerar que esas medidas supondrían un paso atrás en la construcción europea.
Por su parte, la oposición conservadora y nacionalista, liderada por Jaroslaw Kaczynski, ha criticado con fuerza los objetivos de Polonia para esta presidencia, ya que considera que son "poco ambiciosos" y "no permitirán aprovechar la oportunidad" que se presenta este semestre.