La alianza de oposición obtuvo 89 de los 222 escaños del Parlamento nacional, su mejor resultado, mientras que la alianza de gobierno Frente Nacional ganó con 133 diputados, su peor resultado.
"La Organización Nacional para la Unidad Malaya (UMNO-BN) nos ha robado estos comicios. Por lo que a mi respecta, somos los ganadores", dijo hoy el político Anwar Ibrahim al medio Malaysiakini, en una de las entrevistas que concedió hoy lunes para reivindicar su victoria.
La Organización Nacional para la Unidad Malaya, que preside Najib Razak, hace de columna vertebral del Frente Nacional (Barisan Nasional, BN), formado por otras doce agrupaciones.
"Es un problema de legitimidad. Hay pruebas claras de fraude. No aceptamos el resultado", añadió Anwar, quien convocó una manifestación para protestar dentro de dos días en un estadio de Kuala Lumpur.
La Alianza Popular está formada por el Partido de Acción Democrática (DAP), que ha ganado 38 congresistas; el Partido Panislámico de Malasia (PAS), 21; y el Partido Justicialista Popular (Keadilan), del propio de Anwar, 30.
"La Comisión Electoral es cómplice en el delito de robar estas elecciones a los malasios", insistió el carismático político de la oposición en otras declaraciones.
La plataforma Bersih 2.0 (limpio en malayo), formada por al menos 60 organizaciones no gubernamentales, también se negó hoy a aceptar el resultado electoral hasta que no se investiguen los casos de fraude, votos fantasma y otras regularidades que ellos detectaron durante la votación.
"Hasta que esta denuncias sean aclaradas no reconoceremos al Gobierno", dijo la copresidenta de Berish, la malasia Ambiga Sreenevasan, en una rueda de prensa.
Ambiga indicó que las explicaciones de la Comisión Electoral no convencen, entre ellas la de la tinta supuestamente indeleble usada por los votantes.
"¿Por qué se han gastado tantos millones en una tinta que no se quedaba en el dedo?", se preguntó la activista.
Mientras la oposición impugna los resultados, los mercados reaccionaron al alza y el primer ministro de Malasia juró esta tarde el cargo para un mandato de cinco años ante el rey del país, Abdul Halim Muadzan, rajá del estado de Kedah, en el palacio de Istana Negara.
Malasia resolvió las disputas monárquicas con un trono que reciben alternativamente durante cinco años cada uno de los nueve sultanes del país.
Najib ha calificado las elecciones de democráticas y ha prometido a los malasios que su agenda comenzará con la reconciliación nacional.
A pesar de que el Frente Nacional ha obtenido el peor resultado de su historia, la prensa oficialista presenta los comicios como una victoria y a Najib como el "factor ganador".
El Frente Nacional ha vencido con mayoría absoluta todas los comicios celebrados en Malasia desde la independencia, en 1957, menos en 1969 (65.97 por ciento), 2008 (63.06 por ciento) y ahora 2013 (59.91 por ciento)
El mercado bursátil reaccionó a la victoria de la coalición gobernante con una subida del 3.38 por ciento y la divisa, el ringit, se apreció un 1.65 por ciento ante el dólar estadounidense.
Según los analistas, Najib afronta un panorama difícil con el enfrentamiento o distanciamiento entre las poblaciones urbana y rural comprobado a través del voto en las urnas y que da sentido a la promesa de reconciliación nacional hecha por el primer ministro nada más conocer su victoria.
El medio "Malaysia Insider" saca otra conclusión de los comicios, que "la mayoría de los malasios quieren un sistema que controle y reparta el poder", en alusión a la corrupción en la Administración, y advierte a la oposición de que "muchos malayos siguen inseguros" con su programa y les recuerda que "sin el apoyo de los malayos, el cambio es imposible en Malasia".
Los malayos representan en torno al 60 por ciento de los 2.3 millones de malasios.