El organismo señaló que la actual crisis económica global amenaza con desmoronar las economías de los países menos desarrollados y eliminar sus reservas de divisas necesarias para adquirir productos de primera necesidad en el mercado mundial.
El director de la Campaña del Milenio de Naciones Unidas, Salil Shetty, advirtió en un comunicado de prensa que los gobiernos de numerosos países asiáticos y africanos no tendrán más remedio que recortar su gasto social a causa de la grave situación de la economía y el sistema financiero internacional.
La inversión en la lucha contra la pobreza y por lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) podría reducirse en unos 200 mil millones de dólares a causa de la crisis, según expertos citados por la ONU.
"Cuando los líderes mundiales incumplen una promesa, es un pecado. Pero cuando los gobiernos incumplen una promesa a los más pobres del planeta, es casi un crimen", apuntó Shetty.
Resaltó que si los líderes de las naciones más ricas han encontrado 18 billones de dólares para rescatar el sistema financiero, una cifra nueve veces superior a lo gastado en ayuda en 49 años, con voluntad política pueden movilizar mayores recursos para los más pobres.
Por ello, instó a las personalidades asistentes a la cumbre del G-8 esta semana en la ciudad italiana de L'Aquila a "no darles la espalda a los más vulnerables".
La Campaña del Milenio de la ONU pidió que las economías más ricas suscriban calendarios concretos para cumplir su promesa de redoblar la ayuda oficial al desarrollo, además de identificar recursos adicionales para asistir a las economías más frágiles a superar la crisis.
También instó a coordinar la entrega de esa ayuda con los planes de desarrollo de cada país y a poner fin a los subsidios agrícolas que infligen una competencia desleal a los pequeños productores de los países pobres.
El ex secretario general de la ONU Kofi Annan lanzó hace casi siete años la Campaña del Milenio con el propósito de que en 2015 se cumplan los compromisos de desarrollo suscritos por 189 países en 2000.
Los ocho ODM son erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, combatir el sida, fomentar una asociación mundial para el desarrollo, mejorar la salud materna y garantizar el desarrollo sostenible.