El kabuki es un arte que nació hace unos 400 años en el archipiélago nipón de la mano de las mujeres. Sin embargo, "por un problema de moralidad", las intérpretes femeninas fueron desterradas de los escenarios en los que se representan estas obras clásicas y son los hombres los que dan vida en ellos al género femenino, explicó el actor.
Ichikawa es descendiente de Naritaya, uno de los linajes más relevantes y con mayor influencia dentro del kabuki, y dentro de este es el decimotercer heredero en portar el título de 'Danjuro', uno de los más significativos de este arte y que le fue otorgado hace dos años. Todo esto le coloca en una posición importante a la hora de hacer esfuerzos por conseguir avances de peso en este género teatral tan marcado por la tradición.
Entre esos posibles cambios y modernizaciones, contempla el regreso de las mujeres al kabuki. A pesar de que no son aceptadas en los escenarios tradicionales, cuando tiene más libertad y posibilidad de innovar, aprovecha para realizar pequeños avances como es el caso de la obra que estrena este enero en el tokiota Teatro Shinbashi Enbujo y en la que actuará su hija de 13 años, Botan Ichikawa, 'The Treasury of Loyal Retainers'.
Su hijo, de tan solo 11 años, ya tiene un nombre dentro de mundo del kabuki, Shinnosuke Ichikawa, lo cual podría parecer una imposición, pero que según su padre no es así, pues da a su vástago "la posibilidad de elegir", algo impensable años atrás.
"Quiero empujarle si quiere hacer algo" y, si en algún momento se plantease dejar el kabuki, lo escucharía y lo apoyaría en su decisión, dijo con sinceridad.
Lejos de lo que pueda parecer, los cambios que Ichikawa pretende impulsar en el kabuki conciernen al global de la disciplina y no únicamente a su familia.
Uno de los temas que más preocupan a la estrella del kabuki es el de ampliar el público que sigue los espectáculos y pretende acercarlo a personas más jóvenes que no están acostumbradas a disfrutar de estas obras clásicas o apenas las conocen, a través de adaptaciones de los contenidos habituales. "Mi audiencia suele incluir jóvenes", presumió.
El kabuki fuera de Japón
La misión de Danjuro Ichikawa no se reduce únicamente a extender el interés por el kabuki en el archipiélago nipón, sino que le gustaría llevar a los escenarios de todo el mundo estos espectáculos que mantienen la tradición japonesa y destacan por el uso de vestidos y escenografía de gran colorido unidos a una música, un baile y unos diálogos que permiten contar historias escritas siglos atrás.
Lo que más puede llamar la atención de estas obras propias de la cultura japonesa es el vestuario de los actores, así como su maquillaje, que cambian con rapidez para interpretar a nuevos personajes en diferentes escenas. "Esta me parece una de las cosas interesantes del kabuki", especialmente desde el punto de vista de los extranjeros, expresó el artista.
No sería la primera vez que el kabuki, lejos de su país de origen, se acercaría al público internacional. "Tuvimos éxito en las actuaciones en Londres, Francia, EE.UU., Singapur y otros países del Sudeste Asiático", contó a EFE Ichikawa.
Aún no ha llevado su trabajo a los escenarios españoles, pero le gustaría, pues le parece "un país muy interesante".
"Lamentablemente, las actuaciones de kabuki cuestan mucho dinero (...) por los materiales y la música (al tener banda propia)", de modo que es complicado hacer una gira por otros continentes para dar a conocer la tradición nipona.