Al menos 18 personas han muerto en las riadas que desde el fin de semana pasado afectan sobre todo a Alemania, República Checa, Austria y Eslovaquia, donde decenas de miles de personas han sido evacuadas de sus hogares.
La crecida del Danubio no ha llegado aún a su destino, el Mar Negro donde desemboca el segundo río más largo de Europa, y amenaza ahora a Hungría.
En la capital húngara ha comenzado ya a desbordarse, si bien el nivel máximo se espera para el lunes próximo, por lo que el primer ministro, Viktor Orbán, dijo hoy a la población que "se prepare para lo peor".
En todo el país magiar, las autoridades han procedido a desalojar numerosas localidades por inundaciones.
En la ciudad de Komarom, el nivel del agua en el Danubio alcanzó un máximo histórico de 8.05 metros al mediodía de hoy.
Los trenes que circulan entre Budapest y Viena operan en el tramo húngaro a solo 20 kilómetros por hora, lo que causa grandes retrasos.
Los proveedores de luz eléctrica en la parte sur del país han anunciado que habrá cortes del suministro y problemas con el servicio en general en todas aquellas zonas cercanas al Danubio.
En Budapest modificaron los horarios del transporte público, dependiendo de la cercanía de la zona a las aguas y al Danubio, que divide la ciudad en dos.
Los niveles del Danubio en Baja y Alta Austria comenzaron a bajar hoy a un ritmo de 3 a 7 centímetros por hora, y los hidrólogos calculan que a partir del sábado se desactive el nivel de alerta, informó la agencia APA.
En la parte este del país alpino cayeron más lentamente que en la zona occidental, pero se espera que todavía pase al menos una semana hasta que el Danubio alcance su nivel medio de agua.
No obstante, esto dependerá en gran medida de la cantidad de precipitaciones que caiga durante los próximos días.
Todavía existe riesgo de deslizamientos y desprendimientos de tierra en las regiones del Tirol y de Salzburgo, en la parte oeste de Austria, donde algunas áreas siguen amenazadas con derrumbes masivos de rocas.
En general las regiones mas occidentales del país recuperan la normalidad, aunque se mantienen algunos cortes de carreteras y continúa la evacuación de viviendas.
En otras regiones más perjudicadas como Baja Austria, todavía no está permitido acceder a numerosas calles por seguir anegadas.
En esta misma área, unos 1,500 soldados fueron desplegaron hoy a lo largo del Danubio para prestar asistencia en la limpieza de residuos y de barro en las zonas en las que los desbordamientos causaron más estragos, como Melk, Wachau o Marbach.
En la vecina República Checa se reabrieron esta madrugada casi todos los tramos de metro en Praga, informó Radio Praga.
Sin embargo, en esa ciudad continúan intransitables alrededor de 40 calles y en el resto del país siguen bloqueados más de 120 tramos de carreteras provinciales.
En Bratislava, el nivel del Danubio ha disminuido gradualmente en las últimas horas.
Esta mañana el río que atraviesa la capital eslovaca se situaba en los 10.16 metros, unos diez centímetros por debajo del punto más alto alcanzado en las actuales crecidas, informó la agencia de noticias eslovaca TASR.
El caudal del Danubio ha bajado también en la zona de Devin, cercana a Bratislava y una de las más afectadas por los desbordamientos, al igual que del río Morava.
Aun así, el Instituto Hidrometeorológico eslovaco advirtió de que la situación puede empeorar ya que las previsiones anuncian la llegada de una tormenta en las próximas veinte horas. (EFE)