"La historia enseña que la guerra comercial nunca es la solución, particularmente en el mundo globalizado", enfatizó el responsable de la política exterior de China.
Wang se reunión este jueves con la prensa en el marco de la primera sesión del 13 Congreso del Pueblo de China, el órgano legislativo del país asiático.
Sobre las relaciones Beijing-Washington, señaló que la única alternativa es la política de diálogo y cooperación.
De imediato se refirió a las lecciones de la historia que enseñan que una guerra comerial no es la solución, y concluyó el tema precisando que de darse, China daría una justificada y necesaria respuesta.
Wang se refería a la posibilidad de que Estados Unidos imponga aranceles a sus compras al exterior de acero y aluminio, a fin de abatir el déficit comercial estadunidense y bajo la óptica de que muchos países se han aprovechado de la nación norteamericana en el comercio.
La noción de que ganar una guerra comercial es muy sencillo ha sido duramente cuestionada a nivel global, y distintos países y grupos de naciones han advertido que habría represalías.
El anuncio sobre la posible imposición de aranceles a las importaciones estadunidenses de acero y aluminio coincidieron con el informe de que el superávit comercial de China con Estados Unidos creció de nuevo en febrero.
El mes pasado las exportaciones chinas a Estados Unidos crecieron 44.5 por ciento anualizado y llegaron a 171 mil millones de dólares, mientras el anterior enero lo habían hecho en 11.1 por ciento.
Con esas cifras China obtuvo una superávit comercial con Estados Uidos de 20.9 mil millones e dólares.
El cuadro es que mientras el superávit comercial chino con el mundo cayó en 2017 debido a la demanda china por materias primas, con Estados Unidos sigue ampliándose, dijo Julian Evans-Pitchard, de Capital Economics, citó el New Zealand Herald.