Un complaciente ministro indio de Comercio e Industria, Anand Sharma, aseguró que el próximo día 14 se reanudarán en Ginebra las negociaciones de la Ronda, aunque un cauto Ron Kirk, su homólogo de Estados Unidos, colocó el adverbio "preferiblemente" al hablar de fechas.
En rueda de prensa, Sharma declaró que la conferencia de Delhi ha trasladado un "mensaje del compromiso" de los 35 países representados junto a la UE y la OMC "para llevar la Ronda de Doha a una conclusión exitosa".
"Todos los participantes sin excepción dejaron claro que el mandato de la Ronda de Doha es el desarrollo" y se comprometieron a "hacer todo lo posible" para completar con éxito el proceso negociador durante el próximo año.
En rueda de prensa anterior, Kirk matizó que los reunidos convinieron en que los negociadores de la OMC deberían reunirse "lo antes posible", en particular teniendo en cuenta la cumbre del G-20 que se celebrará en Pittsburgh (Estados Unidos) del 24 al 26 de este mes, y "preferiblemente" entre el 14 y 28 de septiembre.
Kirk recordó las tres rondas sucesivas de negociación que han terminado en fracaso -la última en julio de 2008- para abogar por un nuevo formato negociador y por abrir las discusiones a otros temas "no agrícolas" como el sector servicios.
Los fracasos cosechados hacen "imperativo buscar otras alternativas" como las negociaciones bilaterales, sin abandonar por completo el proceso multilateral, precisó.
Abundó que es necesario que economías emergentes que "pueden hacer una contribución a la economía mundial" como las de India, Brasil, Sudáfrica o China asuman la "responsabilidad añadida" de adoptar "decisiones difíciles para que Doha concluya con éxito".
El proceso fracasará, insistió, "si todo lo que hacemos es examinarlo en términos de aumento de acceso a mercado en los mercados tradicionales" ya que los economistas coinciden en que el 60 por ciento del crecimiento mundial en los próximos 15 a 25 años provendrá de las potencias emergentes.
Además, Kirk descartó que el borrador preparado por los negociadores en 2008 sea "inviolable" e insistió en que tiene lagunas y faltas que han de negociarse aún.
Sharma, por su parte, aseguró que ningún país representado en Delhi se opuso a la celebración de reuniones bilaterales, pero insistió en que éstas no deben entenderse como sustitutas de las multilaterales.
Y en un comunicado posterior, su ministerio aseguró que los reunidos "enfatizaron la importancia e integridad del proceso multilateral dada su transparencia y carácter incluyente".
En el mismo sentido se expresó el ministro brasileño de Exteriores, Celso Amorim, quien advirtió de que modificar el formato negociador "será mucho peor" para los países en desarrollo.
El optimismo indio contrastó con el pesimismo de Amorim, quien en otra rueda de prensa advirtió de que ya se han "perdido muchos objetivos realistas" como para confiar en el término de las negociaciones en 2010.
El delegado brasileño aludió a una metáfora empleada en la inauguración ayer por el director de la OMC, Pascal Lamy, quien dijo confiar en que el foro de Delhi podría ser "el principio del final de juego" en las negociaciones para liberalizar el comercio mundial.
"A veces, el final de juego es mucho más largo que la apertura y el juego medio. De modo que el hecho de que estemos en el final de juego no significa que hayamos acabado", puntualizó Amorim.
"Todo depende de algo muy simple, en mi opinión, simple en términos técnicos pero quizás políticamente complejo: depende de que todos los jugadores deseen finalizar", manifestó, siguiendo con la metáfora ajedrecística.
En declaraciones, su homólogo argentino, Jorge Taiana, observó que lo positivo del encuentro de Delhí es que hubo "disposición de todos a conversar y coincidencia en que una situación como la crisis mundial hace más importante" lograr el éxito en la Ronda.
"Un estímulo al comercio global es sin duda una forma de enfrentarse a esta recesión", dijo Taiana, quien recordó que en todo caso el objetivo de desarrollo de la Ronda es "producir un avance significativo en la liberalización de la agricultura, donde todavía persisten muchísimas restricciones".