Con este pacto la compañía pretende introducir cambios estructurales y mejorar su viabilidad tras cinco años de pérdidas, informó el grupo en un comunicado remitido a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV).
El acuerdo mantiene la congelación de los sueldos de los pilotos hasta 2015 y establece que a partir de dicha fecha los incrementos salariales estarán sujetos a la rentabilidad de la compañía. A ello se une rebaja salarial del 14 por ciento pactada en 2013.
El grupo IAG afirma que el pacto, que deberá ser ratificado por la asamblea de trabajadores, también permitirá el crecimiento de Iberia Express, filial de bajo coste cuyo desarrollo estaba bloqueado por el choque entre la aerolínea y el colectivo de pilotos.
"Este acuerdo reduce la estructura de costes de Iberia y establece los cimientos para el crecimiento rentable de la aerolínea", dijo Luis Gallego, presidente ejecutivo de Iberia.
"Iberia es la alternativa natural para unir Europa y América Latina. Este acuerdo le permitirá ser un competidor fuerte", destacó.
El conflicto laboral arrancó a finales de 2011, cuando los pilotos convocaron varias jornadas de huelgas contra la inminente creación de Iberia Express. Consideraban que la filial supondría una destrucción de puestos de trabajo y el deterioro de las condiciones laborales. Meses después, el conflicto se extendió al resto de trabajadores.
En 2013 Iberia aprobó un expediente de regulación de empleo (ERE) para más de 3,000 trabajadores tras varias jornadas de huelga. El gobierno español tuvo que mediar para evitar la paralización de los aeropuertos españoles, amenazados por los paros.
El plan actual de la compañía para mejorar su situación financiera y relanzar su actividad depende en buena medida de que ponga fin al conflicto con todos sus trabajadores. (DPA)