Fernández de Kirchner vuelve a Argentina para campañas electorales

La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, regresó al país después de haber realizado una gira europea en la que reforzó las críticas a su sucesor Mauricio Macri y consolidó su liderazgo opositor en un estratégico año electoral.

Etiquetas: 

cntx160802046_0.jpg

La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

En octubre próximo se llevarán a cabo elecciones legislativas para renovar parcialmente el Congreso, en lo que será un virtual referéndum para fortalecer o debilitar al gobierno macrista.

A pesar de que está procesada y acusada en varias causas judiciales, algunas de ellas por corrupción, Fernández de Kirchner todavía goza de una popularidad superior al 30 por ciento.

Antes de viajar a Europa, la expresidenta pareció desechar cualquier candidatura al Senado, como se especulaba, pero después su hijo, el diputado Máximo Kirchner, aclaró que no se excluía de la contienda electoral.

Fernández de Kirchner tendrá qué definir a más tardar el 24 de junio si se postulará o no, ya que ese día vence el plazo para el registro de precandidatos a senadores y diputados.

Mientras tanto, en Grecia y en Bruselas aprovechó para denunciar los retrocesos políticos y sociales que, según ella, enfrentan los argentinos desde que Macri asumió como presidente en diciembre de 2015.

“Nos prometían una Argentina en la cual a nadie se le iban a quitar los derechos que tenía, que solamente se iban a cambiar las cosas que estaban mal, que iba a haber pobreza cero (…) se prometió que iba a haber millones de créditos hipotecarios”, recordó al hablar ante el Parlamento Europeo.

También explicó que Macri prometió que no habría devaluación ni “tarifazos” (alzas en el costo de los servicios públicos), pero ocurrió todo lo contrario, lo que demuestra la instauración del neoliberalismo nuevamente en la Argentina, la más formidable estafa electoral de la que se tenga memoria”.

Antes, en Grecia, la exmandataria visitó un centro de refugiados para “dar un testimonio de lo que está pasando en esta parte del mundo” y convocar a que el problema sea abordado de manera global, con responsabilidad en los países que provocan el desplazamiento de las víctimas.