Al aceptar las denuncias de lavado de dinero, organización criminal y uso de documentos falsos que se les imputa a los nueve implicados, el juez federal Sérgio Moro dio inicio a la primera acción penal contra los sospechosos de integrar la red ilegal.
En total, el Ministerio Público denunció a 36 personas por sus presunta participación en los fraudes, a través de los cuales, se estima, fueron desviados unos 3.900 millones de dólares entre 2004 y 2012.
El magistrado analizará en los próximos días las denuncias que pesan sobre los otros 27 implicados, entre los cuales se encuentra el ex director de Servicios de Petrobras Renato Duque y ejecutivos de otras grandes empresas constructoras de Brasil.
Según la Fiscalía, también están siendo investigados varios políticos que se habrían beneficiado con los fraudes.
El escándalo estalló en marzo pasado, cuando Costa fue arrestado por sus vínculos con el cambista Alberto Youssef, sindicado de comandar una red de lavado de dinero que habría sido utilizada para "blanquear" los recursos desviados de la petrolera.
Ambos suministraron detalles sobre las maniobras y sus beneficiarios, a cambio de obtener beneficios en sus respectivas penas.
Los otros seis acusados formalmente hoy son los cambistas Waldomiro de Oliveira y Enivaldo Quadrado; el abogado de Youssef, Carlos Alberto Pereira da Costa; y ejecutivos y ex ejecutivos de la constructora Engevix Engenharia: el ex vicepresidente Gerson de Mello Almada; los ex directores Carlos Eduardo Strauch Alberto y Luiz Roberto Pereira; y el director Newton Prado Junior.
Todos los acusados hoy negaron ante la policía las acusaciones.
No obstante, en su parecer, Moro asegura que existen indicios sobre la actuación de la red.
"Los agentes públicos, entre ellos el ex director de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, tenían el papel relevante de no entorpecer el funcionamiento del cartel e incluso de tomar precauciones para que la empresa definida por el club de constructoras para vencer una licitación fuera efectivamente elegida para firmar el contrato", indicó el magistrado.
Según Moro, la constructora Engevix intentó incluso burlar a la Justicia presentando documentos y comprobantes de pagos falsos cuando acudió a declarar durante las investigaciones.
Además de Engevix, otras 15 empresas integraban el "club", entre ellas las firmas OAS, Camargo Correa, UTCEngenharia, Mendes Júnior y GalvaoEngenharia. Varias de las constructoras que están bajo sospecha de integrar el cartel mantienen contratos de obras públicas en varios otros organismos estatales.
El dinero desviado, que se obtenía mediante la sobrefacturación de contratos y estafas en licitaciones de obras "innecesarias o injustificadas", era usado para pagar sobornos a agentes públicos, políticos y partidos, entre otros el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y su principal aliado, el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).