Un nuevo informe de la FAO y el Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos (CIHEAM), presentado en la Exposición Universal de Milán, examina los efectos negativos de los cambios en las pautas alimentarias en el Mediterráneo y pide un programa de acción en apoyo de dietas más sostenibles.
La globalización, la comercialización de alimentos y los cambios en los estilos de vida -incluyendo el rol que las mujeres desempeñan en la sociedad- están alterando los patrones de consumo en el Mediterráneo, dejando atrás frutas y legumbres y orientándose más hacia la carne y productos lácteos, según el informe.
Mientras que en el Mediterráneo meridional siguen luchando con la subalimentación, muchos países de la región se enfrentan cada vez más a la obesidad y el sobrepeso.
Al mismo tiempo, la región en conjunto está viendo un aumento de las enfermedades crónicas debidas a la alimentación, que conducen cada vez más a la discapacidad y muerte.
La subalimentación sigue siendo un problema importante en el sur del Mediterráneo, al igual que el retraso del crecimiento -baja estatura para la edad- entre los niños menores de cinco años, tanto en los países del Mediterráneo meridional como oriental.
La presentación de hoy forma parte del programa “Feeding Knowledge” (Alimentar el conocimiento), con el que la Expo fomenta la cooperación en la investigación y la innovación en la seguridad alimentaria.
Una dieta modelo, un paisaje cambiante
El enfoque de la dieta mediterránea en el aceite vegetal, cereales, verduras y legumbres, y un consumo moderado de pescado y carne, se asocia con una vida larga y saludable. Debido a que se basa en gran parte en hortalizas, la dieta tiene relativamente escaso impacto en el medio ambiente, requiriendo menos recursos naturales que la producción animal.
"La dieta mediterránea es nutritiva, integrada en las culturas locales, sostenible a nivel ambiental y compatible con las economías locales", señaló Alexandre Meybeck, Coordinador del Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles de la FAO. "Por este motivo es esencial que la continuemos promoviendo y apoyando".
Pero con productos que llegan cada vez más desde fuera de la región y la variedad de paisajes locales que está siendo transformada por los monocultivos, los sistemas alimentarios tradicionales se ven afectados por unos hábitos dietéticos cambiantes.
Las estimaciones sugieren que hoy tan sólo se sigue produciendo en la región un 10 por ciento de las variedades de cultivos tradicionales, habiendo sido sustituidos muchos de ellos por un número limitado de cultivos no nativos mejorados.
El turismo, el desarrollo urbano, el agotamiento de los recursos naturales y la pérdida de los conocimientos tradicionales, contribuyen en conjunto a una rápida disminución de la diversidad genética de los cultivos y razas animales en todo el Mediterráneo.
Necesidad de actuar
Los responsables políticos, investigadores y la industria alimentaria necesitan aumentar su colaboración para comprender mejor los sistemas y tendencias alimentarios, señala el informe.
Es necesario prestar más atención al incremento del consumo y la producción de alimentos de manera que se preserven los recursos y conocimientos locales.
Y se necesitan campañas de sensibilización para promover entre los consumidores la demanda de productos mediterráneos tradicionales, con la vista puesta en una mejor integración de las tendencias alimentarias y los hábitos de consumo actuales con el uso de productos locales en toda la región.
En apoyo de estos objetivos, el CIHEAM emitió hoy desde Milán un llamamiento a la acción denominado Med Diet EXPO, pidiendo esfuerzos para preservar los agroecosistemas mediterráneos, hacer que los sistemas alimentarios de la región sean más sostenibles, y garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición a una población en crecimiento.
Trabajar juntos por sistemas alimentarios más sostenibles
La FAO y el CIHEAM -un grupo de 13 países que cooperan en los ámbitos de la agricultura, la alimentación, la pesca y los territorios rurales en el Mediterráneo- trabajan en forma conjunta para aumentar la comprensión internacional sobre cómo lograr dietas mediterráneas más sostenibles.
La colaboración pretende desarrollar estudios de caso locales sobre cómo aumentar la producción de forma sostenible y promover la conservación de la dieta tradicional.
El informe de hoy pide también un proyecto piloto de tres años en los países del CIHEAM -a desarrollar conjuntamente con la FAO- junto con directrices especiales para mejorar la sostenibilidad de las dietas en el Mediterráneo.
Este estudio es fruto de la colaboración entre el CIHEAM y el Programa FAO/PNUMA sobre sistemas alimentarios sostenibles.