"Hoy prometo incrementar significativamente nuestro apoyo a los Estados de bajos recursos o afectados por conflictos (...) Como bien sabemos, cuando un país permanece por largo tiempo en estado de fragilidad, el conflicto suele surgir", indicó Kim durante un discurso en la Universidad George Washington de la capital estadounidense.
La financiación procederá de la Asociación Internacional de Desarrollo (IDA, por su sigla en inglés), el fondo del Banco Mundial destinado a la lucha contra la pobreza extrema, que en 2013 aportó 16,300 millones, lo que implicaría aportar 24,000 millones en 2016.
Y, en el caso de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por su sigla en inglés), institución para el sector privado del organismo, significaría elevar su aportación en 800 millones en los próximos tres años.
Por ello, Kim expresó "su compromiso de tomar riesgos en algunos de los lugares más problemáticos en el mundo (...) debemos actuar más rápida y urgentemente, para conseguir dividendos de cara a los países que emergen de años de conflicto".
"Sabemos que no podemos tener desarrollo sin paz. Pero demasiado a menudo olvidamos que la paz no durará sin desarrollo", subrayó Kim, estadounidenses de origen coreano y doctor de profesión, al comentar su reciente visita a la región de los Grandes Lagos de África junto al secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon para respaldar los acuerdos de paz.
En este sentido, reiteró el llamado a la ayuda internacional para el "horrendo" conflicto en Siria, que ha dejado ya más de 100,000 muertos y ha provocado más de 4 millones de desplazados en los últimos dos años y medio, aumentando la presión sobre los países vecinos como Líbano o Jordania.
"Entregamos 150 millones de dólares en ayuda de emergencia a Jordania hace unos pocos meses, y hemos completado un estudio reciente que concluye que Líbano ha perdido miles de millones de dólares debido a la guerra en Siria", apuntó Kim.
El énfasis de Kim sobre las zonas en conflicto fue recibido positivamente por la organización no gubernamental Oxfam, y su director de la oficina de Washington Nicolas Mombrial calificó el anuncio de "oportuno".
"Es esencial que los millones de afectados por el conflicto en Siria y en la región no sean abandonados. La situación es extremadamente frágil", subrayó Mombrial en un comunicado enviado a Efe.
Por otro lado, el presidente del Banco Mundial, quien accedió al cargo el pasado año en sustitución del también estadounidense Robert Zoellick, insistió en los objetivos lanzados al poco tiempo de llegar a la institución de eliminar la extrema pobreza para 2030 y aumentar la prosperidad compartida.
Para luchar contra la desigualdad de ingresos y oportunidades, que situó en el origen de las revueltas conocidas como la Primevera Árabe, Kim destacó la necesidad de colaborar con el sector privado para generar 600 millones de trabajos en todo el mundo durante la próxima década.
"Nos asociaremos con el sector privado para usar su experiencia y capital para luchar contra la pobreza. Esto es especialmente importante para crear buenos empleos para los pobres", aseguró el presidente del organismo, quien destacó que el IFC aporta ya casi de la mitad de más de 50,000 millones de dólares en préstamos anuales del BM.
Por último, remarcó que el crecimiento económico debe ser sostenible y reconoció que el cambio climático "supone una amenaza fundamental para el desarrollo".
"El desarrollo no puede lograrse a expensas de las futuras generaciones", dijo Kim, quien señaló como otro de los puntos claves de la estrategia del banco el aumento de la capacidad energética y el especial foco en la "energía limpia".
"Me gustaría ver al menos 10,000 megavatios de capacidad instalada adicional global con nuestro apoyo directo en los próximos tres años, eso es el equivalente de la capacidad instalada en Perú", concluyó.
Kim será el anfitrión, junto con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, de la reunión anual de ambos organismos que tendrá lugar en Washington entre el 8 y el 12 de octubre. (EFE)