El PNUMA señala deficiencias de América Latina por la extracción de materias primas

América Latina, con la excepción de Colombia, se ha vuelto menos eficiente en la generación de ingresos por el aumento en la extracción de materias primas y su impacto en el entorno, indica un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) divulgado hoy en Panamá.

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La representante regional del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Margarita Astrálaga.

Colombia es señalado en el informe como un "ejemplo notable" por haber logrado una mejora "sólida y sostenida" en uso de materiales, en una región en deuda en ese aspecto.

No obstante, detalla que "las razones" por las que el país andino ha logrado "una trayectoria ambientalmente deseable (...) no son evidentes a partir de las cuentas de flujo de materiales y se requieren estudios más detallados para determinarlas".

Colombia ha "desafiado la tendencia regional al haber mejorado la productividad de los recursos en las últimas cuatro décadas", resalta.

Por el contrario, Chile, con un incremento masivo en la extracción de minerales metálicos como el cobre, tiene la intensidad "más alta de la región" de Consumo Doméstico de Materiales (CDM), "con más de tres veces el promedio regional y cinco veces el promedio global".

"Chile ha experimentado un aumento masivo en la extracción de minerales metálicos, principalmente de cobre, destinados a la exportación, al tiempo que se está volviendo cada vez más dependiente de las importaciones netas de combustibles fósiles", reseña el estudio del PNUMA.

En la actualidad, la región está extrayendo un mayor volumen de recursos naturales por unidad de producto interior bruto (PIB) que en 1970, representando aproximadamente el 10 por ciento del consumo mundial de materias primas, indica el documento, al que tuvo acceso Efe.

El informe "Tendencias del flujo de materiales y productividad de recursos en América Latina", publicado por el PNUMA en colaboración con la Organización de Investigaciones Científicas e Industriales de la Commonwealth (CSIRO, por sus siglas en inglés), señala que esto es así desde 1970, en contra de las propensiones globales.

La directora y representante regional del PNUMA para América Latina y el Caribe -con sede en Panamá-, Margarita Astrálaga, dijo que el documento es un "oportuno recordatorio de la escala masiva de las industrias extractivas en América Latina, que son impulsadas cada vez más por economías externas a la región".

"Ocultos detrás de las cifras están todos los problemas humanos y de equidad, como la contaminación y la tenencia de la tierra, que a menudo se asocian con las industrias extractivas", afirmó Astrálaga.

El estudio analiza los flujos de materiales y la productividad de los recursos en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Perú y Venezuela.

En general, según el informe, el CDM en la región aumentó de 2,100 millones a 7,700 millones de toneladas por año de 1970 a 2008.

Esta tasa de crecimiento fue más rápida en América Latina que en el resto del mundo, lo que significa que la contribución de la región al CDM mundial aumentó de 8.5 por ciento a 10.9 por ciento en este período.

Al final de este período, el CDM per cápita, de 13.6 toneladas por habitante, fue más del 30 por ciento mayor que en el resto del mundo.

Gran parte del valor de la mercancía se exporta a otras regiones como Asia y el Pacífico, Europa y América del Norte, mientras que la mayor parte de las presiones extractivas recae en la región.

El PNUMA señala que en las últimas décadas se ha presentado un crecimiento significativo en la cantidad de recursos extraídos en América Latina -incluyendo metales como el cobre, oro, plomo, zinc y plata-, que se refinan antes de ser exportados.

El organismo de la ONU destaca que esta situación persiste a pesar de que se ha reducido en "gran medida" el rápido crecimiento de la población que tuvo lugar en las décadas de 1970 y 1980 y "que condujo a importantes presiones ambientales".

En los últimos años estas presiones han sido causadas por el crecimiento del ingreso per cápita y el consumo per cápita, así como por el crecimiento de la demanda externa.

Las tasas de consumo de cuatro materias primas examinadas en el informe (biomasa, combustibles fósiles, minerales de construcción y minerales metálicos e industriales) aumentaron en el periodo de estudio entre 2.0 por ciento y 5.5 por ciento anual.

Estas tendencias reflejan un cambio de economías agrarias (dominadas por la biomasa) a economías industrializadas en la región, siendo los países especializados en productos animales o mineros para la exportación los menos eficientes en el uso de los recursos.