En caso de adoptarse, la Oficina asegura que la medida podría impedir la llegada segura a territorio húngaro de solicitantes de asilo que necesitan protección internacional. Un control fronterizo de estas características podría forzar a los migrantes a adoptar rutas y medios de transporte más arriesgados, aumentando su vulnerabilidad ante el abuso de traficantes, dijo la Oficina de Asuntos Humanitarios.
La portavoz de la Oficina, Cécile Pouilly, puso de relieve la necesidad de que los gobiernos europeos adopten una posición de liderazgo y compasión en sus políticas migratorias.
"Reiteramos nuestra preocupación ante la retórica xenófoba antiinmigrante que está diseminando el gobierno húngaro, más recientemente mediante una campaña con vallas publicitarias contra la inmigración. Uno de los carteles del gobierno decía: 'Si viene a Hungría, no arrebate el trabajo a los húngaros'", dijo la portavoz.
Pouilly añadió que estas posturas contradicen la evidencia de que los migrantes, especialmente las personas poco cualificadas, son necesarios en el mercado laboral europeo, ya que desempeñan los trabajos que nadie más quiere hacer.