El grupo de Científicos y técnicos por un futuro no nuclear cree que el apoyo financiero anunciado por la administración Obama para la construcción de nuevos reactores en Estados Unidos no provocará un cambio en favor de este tipo de energía que pueda tener eco en los países europeos.
El ingeniero nuclear y profesor de la UAB Josep Puig, uno de los portavoces de este grupo, ha asegurado que no teme que Europa vaya a seguir el dictado de Estados Unidos, sobre todo, ha remarcado, porque el actual costo de impulsar nuevos reactores, en comparación con otras fuentes, hace inviable estos programas.
"En políticas energéticas cada país es bastante autónomo; cuando la UE ha intentado hacer políticas energéticas comunes, ha tenido que ir con bastante precaución", ha señalado Puig, que ha recordado que además han sido varios estados comunitarios, entre ellos España, los que han liderado el impulso mundial de las energías renovables.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció la construcción de la primera planta de energía nuclear estadounidense en treinta años, una instalación que se levantará en el condado de Burke (Georgia) para la que el gobierno norteamericano anunció cerca de 8 mil millones de dólares en garantías de préstamos.
Para Puig, a pesar de los grupos de presión, en Europa continúa habiendo un consenso social mayoritario en contra de la proliferación de la energía nuclear.
Según Puig, "está por ver" que las garantías de crédito anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dirigidas a los operadores que proyecten construir nuevas nucleares, se concreten realmente y ha recordado que ya durante la presidencia de George W. Bush "se puso mucho dinero" para promover reactores que "luego no se materializaron" y se fueron posponiendo.
"Las estimaciones de coste de construcción de nuevos reactores salen prácticamente ruinosas, y más con los precios de gas natural, las centrales de ciclo combinado o las renovables, que también van por el camino de ser más baratas; construir reactores sería el negocio del Pepito el de las cabras", ha añadido este científico.
A juicio de Puig, el apoyo del gabinete Obama a la construcción de nuevas centrales se debe a las dificultades que los Demócratas tienen en el Congreso y en el Senado para sacar adelante un paquete energético, que incluye otros muchos programas, sería, "una contrapartida para vencer la oposición de los republicanos para que no les bloqueen otras propuestas que tienen presentadas".