China no cede en disputa por nueva zona aérea militar

Pese a los intentos de mediación del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, China se mostró inflexible en la controversia desatada por la nueva zona de vigilancia aérea que instauró en el mar de China Oriental.

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El presidente de China, Xi Jinping.

El ministerio de Exteriores de Pekín negó hoy cualquier concesión sobre lo que consideró una medida de autodefensa y exigió el respeto de Estados Unidos a la nueva área militar.

"Estados Unidos debe respetarlo", dijo el portavoz del Ministerio, Hong Lei, ante la prensa en Pekín, al finalizar la visita de Biden. "Queremos proteger la seguridad de nuestro país. Y estamos en consonancia con el derecho internacional", añadió.

Biden pidió el miércoles al jefe de Estado y de partido Xi Jinping que emprenda medidas para distender el conflicto, según informó un funcionario estadounidense. "No reconocemos esa zona y estamos profundamente preocupados", dijo Biden durante un encuentro con Xi que duró más de cinco horas.

Y aunque Biden no criticara directamente a China en sus declaraciones públicas, Estados Unidos, que envió bombarderos B-52 a la región, no se retirará militarmente: a partir del domingo, junto con Reino Unido y Corea del Sur, realizará dos días de maniobras militares, sobre las que aún no se pronunció China.

Los ejercicios militares se desarrollarán frente a la costa surcoreana y no están dirigidos contra Chian, aseguró el portavoz surcoreano Kim Min-seok, según informa la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

"Estas maniobras estaban planeadas desde hace tiempo y no es una protesta contra el área de defensa aérea que ha proclamado China", señaló el portavoz.

En estos ejercicios participarán dos aviones de combate. El anuncio tiene una relevancia particular ya que se realiza justo cuando llega hoy el vicepresidente estadounidense a Seúl, tras una gira esta semana por las capitales de la región.

China exige en la nueva área de vigilancia decretada el pasado 23 de noviembre que los aviones se anuncien, identifiquen y sigan las órdenes de su fuerza aérea. La situación en la zona es tensa porque tanto Japón como China reivindican allí la soberanía de un archipiélago, Diaoyu para China y Senkaku para Japón, que se encuentra prácticamente bajo administración japonesa.

Washington envió a la zona varios aviones de combate sin informar a China pero al mismo tiempo pidió indirectametne a las aerolíneas civiles de su país que cumplieran la normativa china, algo por lo que fue criticado. "Ello crea un precedente", dijo Gary J. Schmitt, del instituto de Empresa estadounidense.

Sin embargo para los medios chinos ese gesto no fue suficiente: "Estados Unidos no debe posicionarse en las disputas fronterizas entre China y sus vecinos", exigió el diario "Global Times", editado por el órgano del Partido Comunista "Diario del Pueblo". El comentario responsabiliza a Japón de la escalada del conflicto en la zona.