Entonces, ¿qué es lo que hace que los investigadores estén tan seguros de haber encontrado el último rastro del vuelo MH370? La mayor parte del análisis procede de la empresa británica Inmarsat, que opera un servicio de comunicaciones móviles a nivel mundial a través de una red de satélites.
Después de que el sistema de comunicación de a bordo fuera desconectado, el avión desaparecido sólo envió una señal al satélite, como diciendo "estoy aquí", mientras que el satélite le devolvió otra respondiendo: "te he visto".
De acuerdo con esa señal, en la primera fase se investigaron dos posibles corredores, hacia el norte y hacia el sur. La señal necesita 0.12 segundos para llegar a los satélites situados a 37,000 kilómetros de altura del Ecuador, explicó el profesor de electrónica británico David Stupples, citado por la agencia de noticias china Xinhua. Desde una posición situada más al norte o al sur, la señal necesita más tiempo para llegar.
"Nos servimos de las diferencias de velocidad con las que la señal del avión llegó a la posición fija del satélite", explicó al diario británico "Telegraph" el vicepresidente de Inmarsat, Chris McLaughlin.
En una segunda fase, se compararon las señales con las de otros aviones modelo Boeing 777 de Malaysia Airlines en ambos corredores. El "modelo" identificado fue comprobado por otros investigadores. Además, las suposiciones sobre la velocidad y comportamiento del aparato se contrastaron con el fabricante estadounidense Boeing.
A través de esta precisa delimitación se calculó que que la ruta sur era la que más se ajustaba, explica el experto de Inmarsat McLaughlin al final de un video publicado en el Telegraph.
Sin embargo, este diario cita a McLaughlin en otro punto asegurando que los expertos pueden "afirmar definitivamente que sin duda el avión tomó la ruta sur". McLaughlin admite además que la labor de búsqueda es "totalmente insólita" para su empresa: "Era la primera vez que se nos pedía que intentásemos encontrar algo mediante una única señal". Según esta, el último rastro tiene que proceder del océano Índico, al oeste de Australia. "Sabíamos que el avión habría consumido el combustible antes de la siguiente señal automática", afirmó.
En un reporte desde Londres, la agencia de noticias Xinhua habla de un "notable trabajo detectivesco altamente tecnológico", aunque los expertos chinos no están nada convencidos. Sin haber encontrado restos del avión, las conclusiones se sacaron "un poco a ciegas", afirman los medios estatales. Se necesitará "mucho tiempo" para verificar los resultados, aseguró el experto en aeronáutica Wu Peixin al "China Daily".
También el profesor británico Stupples está impresionado por la rapidez de las investigaciones. Otros institutos de investigación habrían necesitado probablemente "entre tres y seis meses", afirmó en declaraciones a Xinhua.
Pero para el gobierno de Pekín y los expertos, todo va demasiado rápido. La noche del lunes el Ministerio de Exteriores de Pekín convocó al embajador de Malasia, Datuk Iskandar Bin Sarudin, quien tuvo que escuchar la indignación del gobierno chino por no haber sido informado previamente de que el primer ministro malasio, Najib Razak, anunciaría los resultados de las investigaciones y acabaría con las esperanzas de las familias de los 239 pasajeros, 153 de ellos chinos.
En un lenguaje diplomático inusitado, el viceministro de Exteriores, Xie Hangsheng, "exigió todas las informaciones y pruebas" de la teoría de la caída del avión. Un día más tarde, China envió a Malasia a un experto en gestión de crisis, una señal más del descontento de Pekín. (DPA)