Las ceremonias para recordar los seis meses de la muerte de quien fuera el propulsor de la llamada "revolución bolivariana" y que gobernó Venezuela desde 1999 hasta el 2013 se iniciaron al final de la tarde con salva de artillería y una breve misa que combinó los discursos de religiosos católicos y musulmanes.
Un religioso que fue presentado simplemente como "un hermano musulmán" destacó durante la ceremonia que Chávez fue "uno de los grandes revolucionarios de la historia de la lucha y el enfrentamiento contra la injusticia y la opresión" y señaló la valentía de quien pudo "permanecer tranquilo en su palacio".
También señaló que hoy, quienes hablan de defender los derechos del pueblo de Siria y acusan a su gobierno de usar armas químicas en su contra "han permanecido callados y complacientes ante las injusticias que ellos mismos como gobiernos han promovido" y destacó el sufrimiento de Palestina.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, comentó que al escuchar al "hermano musulmán" dando su oración y más tarde al religioso católico, recordó todas las oraciones que se levantaron cuando el líder luchaba contra el cáncer, una muestra de que "el mundo entero le daba a Chávez lo que el le había dado al mundo: amor".
Indicó que Chávez propugnó una revolución que puede dialogar "perfectamente" con todas las religiones y culturas "porque las reconoce en el momento en el que las élites imperialistas de Estados Unidos ya llevan una década en la que le decretaron la guerra a los pueblos islámicos, a los pueblos árabes, africanos".
Destacó lo "significativo" de que a seis meses de la partida de Chávez "hayamos tenido una oración ecuménica intercultural, interreligiosa" y lanzó vivas "por la unión espiritual de la humanidad" por el cese de las guerras, los racismos "y toda forma de explotación y de segregacionismo contra los pueblos".
El presidente venezolano ha dedicado buena parte de sus últimos discursos, que ofrece casi a diario, a arremeter contra Estados Unidos por insistir en intervenir militarmente a Siria e incluso envió una carta el domingo pasado a su par estadounidense, Barack Obama, para que evite la guerra en ese país.
Maduro se mostró muy emocionado durante el acto de homenaje y reconoció durante un discurso que ofreció tras la ceremonia religiosa que estos seis meses sin Chávez han sido "duros" y "muy complejo".
También admitió, como lo ha hecho en otras oportunidades, que es "imposible sustituir a un gigante como Hugo Chávez" y comentó que él, como sucesor del líder bolivariano, sabe "el peso histórico" que tiene sobre sus hombros.
No obstante, y pese a "las conspiraciones" que dice han querido acabar con su gobierno, hoy puede decir "con absoluta certeza y convicción" que a seis meses de la partida del "querido comandante", se ha garantizado "que la revolución siga su curso", aunque pidió a los militantes del chavismo no cantar victoria y mantenerse firmes.
El gobernante insistió nuevamente en la idea de que hay que investigar por qué Chávez se enfermó, reiterando así una hipótesis puesta sobre la mesa por el mismo líder bolivariano cuando señaló en diciembre de 2011 que tal vez el cáncer que sufría se lo habían inducido.
Maduro comentó que espera el momento "preciso" para conformar, "más temprano que tarde", una comisión de científicos que pueda investigar "el origen de esta extraña, abrupta y sorprendente enfermedad" que se apoderó del gobernante "en el momento de mayor plenitud de sus fuerzas y energía físicas y creadoras".
Chávez conoció de su enfermedad a mediados de 2011 y hasta diciembre de 2012 fue sometido a cuatro operaciones en Cuba y recibió tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
Su fallecimiento, acaecido a pocas semanas de comenzar su cuarto mandato presidencial, obligó a convocar nuevas elecciones presidenciales, en las que Maduro se impuso al candidato opositor, Henrique Capriles, por una diferencia de 1.49 puntos porcentuales. (EFE)