"Me complace anunciar aquí, en Kiev, que la Unión Europea va a asignar otros 500 millones de euros del Fondo Europeo para la Paz para que el ejército ucraniano obtenga armas para defender a su país y a su pueblo", dijo Borrell, quien hoy visita Ucrania junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro eslovaco, Eduard Heger.
Esta nueva asignación "se suma al paquete de mil millones de euros, sin precedentes, que liberamos desde el comienzo de la invasión. Nuestro apoyo asciende ahora a 1.500 millones de euros" para armas, precisó el jefe de la diplomacia europea.
El político español anunció además que "la UE vuelve a Kiev". "Lo digo literalmente: nuestro Jefe de Delegación ha vuelto a Kiev, para que podamos trabajar juntos de forma aún más directa y estrecha".
Borrell y Von der Leyen tendrán ocasión de explicar esas dos novedades al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y a varios miembros de su gobierno con los que se reunirán el mismo día en que la Unión Europa tiene previsto publicar en su Diario Oficial la quinta tanda de sanciones contra Rusia, que incluye un embargo a su carbón, entre otras muchas restricciones sectoriales e individuales.
"Seguimos endureciendo las sanciones contra los regímenes de Rusia y Bielorrusia para paralizar la capacidad del Kremlin de continuar con la agresión, señaló Borrell, quien se ha manifestado a favor de ampliar esas restricciones al petróleo ruso, al igual que Von der Leyen.
En este sentido, Borrell anticipó que el próximo lunes el Consejo de Exteriores, que él preside, tendrá "sobre la mesa" el estudio de eventuales sanciones sobre el petróleo ruso.
"Creo que un (embargo) de petróleo tiene que hacerse más rápido. Es mucho más fácil con el petróleo que con el gas. Con el gas, ciertamente hay limitaciones a corto plazo", explicó a la prensa.
La dependencia del gas ruso "no es sólo un problema alemán, porque la economía alemana está muy interconectada con la europea y algo que ocurre en un país tiene efectos inmediatos en los demás. La gente no tiene en cuenta lo interconectados que estamos. Cualquier cosa que dañe la economía de un país, los demás pagarán los efectos colaterales", advirtió Borrell.
El alto representante puso el acento en que los mercados del petróleo y el gas "son muy sensibles y no se pueden enviar señales de anticipación porque se mueven los precios y estamos en una situación difícil con el (aumento) de los precios de la energía en todo el mundo".
Este nuevo paquete de castigo de la UE a Rusia por la guerra en Ucrania llega tras el descubrimiento de matanzas de civiles en localidades de los alrededores de Kiev, como Bucha.
En este sentido, Borrell recordó que hay una investigación iniciada por el Fiscal de la Corte Penal Internacional y también la Comisión de Investigación de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos está actuando al respecto, las cuales tienen "todo nuestro apoyo", dijo.
Precisó que la misión civil de asesoramiento de la UE apoyará al Fiscal General de Ucrania proporcionando formación y donando equipos para garantizar la seguridad de la investigación y la recogida de pruebas sobre el terreno.
Además, añadió que la UE está poniendo en marcha un proyecto específico de 7,5 millones de euros para apoyar las investigaciones garantizando una amplia recopilación de datos sobre personas desaparecidas.
"La UE proporcionará todo el apoyo técnico y financiero necesario para hacer justicia a las víctimas y garantizar que los responsables rindan cuentas", subrayó Borrell, ya que "no puede haber impunidad".