En el accidente resultaron heridas 166 personas y 11 continúan todavía desaparacidas, según medios de comunicación estatales.
El accidente se produjo el viernes cuando se realizaban trabajos de reparación en el oleoducto subterráneo cerca de la central química de Lidong, en el distrito de Huangdao de la ciudad.
La fuerza de la detonación destrozó la tierra y las calles en un amplio perímetro, también en barrios vecinos. Los automóviles y motocicletas volaron por los aires o fueron derribados, al igual que los árboles. El oleoducto subterráneao de Qingdao a Weifang, de 170 kilómetros de largo, pertenece al consorcio chino Sinopec.
Durante la noche se detectaron fisuras y un agujero en el ducto.
Cuando se intentaba repararlos se produjo un incendio que provocó la explosión.