Religiosos, voluntarios y fieles se juntaron en la escuela de samba Unidos da Tijuca para festejar con un almuerzo que dentro de cien días decenas de millares de jóvenes de todo el mundo se darán cita en Río de Janeiro para esperar al papa Francisco en lo que será su primer viaje al exterior desde fue elegido, hoy hace un mes.
"Son cien días de expectativa, de entusiasmo del pueblo de Río de Janeiro, de la Archidiócesis; cien días de preparativos, tanto en la alegría como en la espiritualidad y en la oración para que la jornada pueda ser una experiencia feliz para todos aquellos que vendrán a Río", dijo a Efe el arzobispo de la ciudad, Orani Joao Tempesta.
El prelado subió a la tarima donde un grupo musical interpretaba al ritmo de la samba cánticos habituales de las misas, para invitar a los asistentes al almuerzo a "vivir con espiritualidad la Jornada Mundial de la Juventud" y a acoger en sus hogares a los miles de peregrinos que vendrán a la ciudad.
Tempesta recorrió la sede de la escuela de samba donde se celebró el almuerzo y fue hasta la cocina para conversar con los voluntarios encargados de preparar la "feijoada", plato típico de Brasil que se hace con fríjoles, arroz, carne de cerdo, col y "farofa", una harina de mandioca.
En el salón principal, mientras un sacerdote interpretaba canciones religiosas, los más animados bailaban samba entre las mesas de los comensales.
Entre ellos, vestidos con camisetas de la JMJ, la italiana Claudia Giampietro y el británico James Kelliher, que trabajan como voluntarios en la parte de traducción de la Jornada, se esforzaban por aprender los pasos de samba de los cariocas.
"Trabajar con la JMJ es una experiencia óptima porque nos permite intercambiar conocimientos con gente de otros países y aprender muchas cosas de otras culturas", dijo a Efe Giampietro, quien hace tres meses dejó Pescara, en la costa del Adriático, para venir a Río de Janeiro.
Según explicó la traductora italiana, son cerca de 30 los extranjeros que trabajan en Río de Janeiro como voluntarios en la organización de la Jornada Mundial de la Juventud.
La JMJ comenzará el 23 de julio, pero la llegada del papa a Río está programada para el día 25 y permanecerá hasta la clausura, el 28 del mismo mes, cuando celebrará una misa campal en las afueras de la ciudad a la cual se espera la asistencia de entre dos y tres millones de personas.
La cuenta atrás de los cien días para el comienzo de la JMJ se inició anoche con una vigilia a la que acudieron miles de fieles en la catedral, desde donde salieron de madrugada en procesión hacia la Iglesia de Sant'Ana, donde permanecieron hasta el amanecer de hoy.
Mañana se llevarán a cabo una caminata, un partido de fútbol, uno de voleibol y otras actividades en las arenas de la playa de Copacabana, y el martes se cerrará la programación con una misa que el arzobispo oficiará en una de las favelas cariocas.