Abe apunta a alargar el estado alerta y pide más distanciamiento social

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, apuntó este viernes a la posibilidad de prolongar el estado de alerta sanitaria declarado en todo el país, si fuera necesario para contener el COVID-19, y pidió a los ciudadanos más distanciamiento social ante el aumento de los contagios.

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El líder nipón ofreció una rueda de prensa hoy para explicar la extensión de la alerta sanitaria a la totalidad de las prefecturas del país ante la continuada propagación del virus y para solicitar un mayor seguimiento de los ciudadanos de las recomendaciones de las autoridades.

El estado de alerta sanitaria -conocido como "estado de emergencia" en Japón- fue declarado el pasado día 7 en Tokio y otras seis prefecturas del país, pero en la víspera el Gobierno decidió ampliarlo a todo el territorio nipón con el objetivo de "evitar una crisis nacional".

El Ejecutivo optó por esta medida ante el rápido incremento registrado desde finales de marzo de los contagios, que superan ya los 10.000 en todo el país, con unos 203 muertos, según el último saldo oficial.

Abe indicó que el aumento de los casos y su expansión por todo el país se "debe probablemente al mayor movimiento de ciudadanos" en un puente a mediados de marzo, cuando aún no estaba declarada la alerta sanitaria a pesar de que numerosos expertos y autoridades regionales así lo habían solicitado al Gobierno central.

Por ello, insistió en la petición a la población de "quedarse en casa" siempre que sea posible y de evitar sobre todo salidas y viajes de ocio, y en particular en el período vacacional a comienzos de mayo.

"Si todos evitamos desplazamientos no esenciales, podríamos contener la expansión de la enfermedad y la presión sobre el sistema sanitario", dijo Abe, quien señaló que "todavía no se ha alcanzado" la reducción de entre el 70 y el 80 % del "contacto social" a la que aspiraba el Ejecutivo para contener al virus.

En el mismo sentido, apuntó a una posible prolongación del estado de emergencia en principio declarado en todo el país hasta el próximo 6 de mayo, "dependiendo de la opinión de los expertos".

LA LUCHA "ACABA DE COMENZAR"

La medida, aplicada por primera vez en al historia reciente de Japón, concede poderes especiales a las autoridades niponas con vistas a contener la pandemia, aunque a diferencia de otros países no les permite imponer el confinamiento de la población ni contempla medidas legales para quienes incumplan sus recomendaciones.

Abe anunció asimismo que el país acelerará el reparto de material sanitario para los centros médicos, así como las medidas económicas destinadas a mitigar el impacto de la crisis sanitaria, entre ellas la entrega de 100,000 yenes (854 euros/929 dólares) a todos los ciudadanos del país.

La mayor parte de los contagios en Japón se han registrado en la región de Tokio, donde este viernes se anunciaron 201 nuevos casos, un incremento diario récord y que sitúa el total en la capital en cerca de 2,800.

La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike afirmó hoy que la lucha contra el coronavirus "acaba de comenzar en Japón y en la capital", y señaló que es demasiado temprano para que se vean los efectos de las recomendaciones de no salir que viene haciendo su Gobierno desde mediados de marzo.