Según el portavoz de la coalición, Turki al Malki, que responsabilizó a Irán del ataque, tres de los cohetes se dirigían a la capital Riad, dos a Yazan, uno a Jamis Mushait y otro a Nayran.
La agresión coincide con el tercer aniversario de la intervención de la coalición árabe encabezada por Arabia Saudita en la guerra del Yemen, lo que generalizó el conflicto y causó la peor crisis humanitaria del mundo en 2017.
La ofensiva de la alianza armada dirigida por Riad, que comenzó el 26 de marzo de 2015, ha tenido como objetivo a los rebeldes hutíes del Yemen que combaten desde 2014 a las fuerzas del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.
Por su parte, los rebeldes hutíes indicaron que dispararon un misil balístico de largo alcance contra la capital saudita, en represalia por tres años de ataques aéreos que diezmaron a Yemen, el país más pobre del mundo árabe.
Muhammad al-Bukhaiti, portavoz de los hutíes, dijo que los rebeldes dispararon un misil Burkan 2-H -tipo Scud con un alcance de más de 800 kilómetros hacia Riad en "respuesta al bombardeo de las ciudades yemeníes" y el asedio del pueblo yemení".
Bukhaiti instó a los sauditas a regresar a la mesa de negociaciones antes del tercer aniversario de la guerra, pero prometió que su grupo no dejaría de disparar cohetes hasta que el reino cesara todos los bombardeos aéreos.
Al Masirah, una cadena de televisión dirigida por los houtíe, también se atribuyó la responsabilidad por el ataque, informando que los rebeldes también dispararon otros misiles en los aeropuertos de las ciudades de Abha, Jizan y Najran, en el sur de Arabia Saudita.
La televisión estatal saudita informó que había interceptado el misil en la parte noreste de la capital, y que varios videos compartidos en las redes sociales mostraban la presunta acción.
La Agencia de Prensa Saudita (SPA) informó que un residente egipcio murió en el ataque con misiles, la primera muerte en Riad desde que se lanzó la campaña militar del país hace tres años en Yemen.
El SPA, citando al portavoz de los medios de Defensa Civil en Riad, Mohammed Al-Hammadi, señaló que la defensa aérea saudita derribó siete misiles balísticos disparados por los hutíes.
Previamente el domingo, Abdul Malik al-Houthi, el líder de los rebeldes de Yemen, prometió "usar armamento de largo alcance" y "reclutar más combatientes" en el conflicto con su vecino del norte.
"En el cuarto año de la guerra, utilizaremos sistemas de misiles más desarrollados y más diversos que superarán todos los sistemas de defensa aérea estadounidenses y no estadounidenses para apuntar a Arabia Saudita", dijo al-Houthi en un largo discurso televisado.
"Utilizaremos nuestros Badr (misiles balísticos de corto alcance) y misiles Burkan, drones de largo alcance con excelentes capacidades militares. Activaremos las instituciones militares de una manera sin precedentes y abrirá más oportunidades para reclutar a los niños y hombres para pelear".
El portavoz militar de la coalición indicó que "esta acción enemiga y aleatoria por parte del grupo de los hutíes apoyados por Irán demuestra la continuación del apoyo del régimen iraní a la asociación armada de los hutíes (...)"
"...con el objetivo de amenazar la seguridad del reino árabe y la seguridad de la región e internacional", manifestó.
"Lo que han hecho las milicias hutíes supone un peligroso desarrollo de la guerra de las organizaciones terroristas y de los países que patrocinan el terrorismo como el régimen iraní", concluyó.