El ministro de Justicia de Oklahoma, Scott Pruitt, pidió a un tribunal que postergue las ejecuciones a enero o febrero de 2015, informa "Los Angeles Times". El primer preso debía ser ejecutado el 13 de noviembre, y los otros dos en las semanas subsiguientes.
Pruitt exigió además que los funcionarios encargados de llevar a cabo el proceso reciban una mejor formación, tras un incidente registrado en abril, cuando el condenado por asesinato Clayton Lockett tuvo una muerte dolorosa.
Al parecer el hecho se produjo porque una cánula para la entrada de las inyecciones letales no estaba bien colocada. El preso tardó 43 minutos en morir y el escándalo hizo que se suspendieran las ejecuciones en Oklahoma.
Numerosas farmacéuticas, sobre todo europeas, se niegan a suministrar fármacos que vayan a ser usados para ejecuciones, lo que ha causado dificultades a las cárceles estadounidenses. (DPA)