El ensayo fue calificado de "exitoso" en un comunicado emitido por las Fuerzas Armadas y constó del disparo sucesivo de dos de estos proyectiles desde una lanzadera móvil ante buena parte de la cúpula militar del país asiático.
El jefe del Estado Mayor del Ejército -un cargo que en Pakistán es ceremonial-, el general Khalid Shamem Wynne, afirmó que la prueba de hoy mostró "la plena capacidad de las Fuerzas Armadas de Pakistán de salvaguardar al país ante cualquier tipo de agresión".
Según la nota del Ejército, el 'Nasr' -también denominado Hatf IX- integra "un sistema de respuesta rápida" que "asegura de disuasión frente a las amenazas que se plantean en escenarios cambiantes".
El texto especifica que el proyectil incorpora medios para contrarrestar los sistemas de defensa antimisiles tácticos.
La India desarrolla en la actualidad un sistema de este tipo.
El ensayo del Nasr acontece en un momento de especial tensión entre las dos potencias nucleares del sur de Asia tras varias escaramuzas fronterizas que, el pasado enero, costaron la vida a tres soldados paquistaníes y dos indios en la disputada zona de Cachemira.
El misil probado hoy ha sido considerado desde su presentación, hace dos años, un paso más en la escalada armamentística de ambos países, ya que plantea la posibilidad de uso de proyectiles nucleares de muy corto alcance.
Estos misiles dejan casi sin margen de respuesta al adversario porque reducen a pocos minutos el lapso entre el lanzamiento y el impacto, pero también plantean dudas porque requieren un menor nivel de jerarquía en la cadena de mando para autorizar su uso.
Una de las principales razones del desarrollo de un arma de este tipo, según diversos analistas, en la necesidad paquistaní de contrarrestar la doctrina de defensa india denominada 'Cold Start' (Arranque en frío), establecida en 2004.
Aunque no asumida oficialmente por el Gobierno indio, esa doctrina ha sido admitida tácitamente por miembros del Ejército indio y se basa en poder realizar una invasión terrestre relámpago en suelo paquistaní que deje sin respuesta al rival.
Esa posibilidad y el desarrollo de sistemas antimisiles que reducen la capacidad de disuasión de los misiles paquistaníes de largo alcance llevaron a los gestores militares de Pakistán a replantear su estrategia de uso de misiles con capacidad nuclear.