Se espera que Qatada, condenado en el país árabe y buscado en otras naciones europeas por delitos de terrorismo, deje la prisión inglesa de Long Lartin para pasar a un arresto domiciliario con estrictas condiciones.
El pasado 6 de febrero un tribunal londinense dictó que el clérigo, jordano de origen palestino, podía ser puesto en libertad condicional tras seis años y medio encarcelado en el Reino Unido sin cargos ni juicio, mientras pugnaba contra su deportación a Jordania.
Esta decisión de la Comisión de apelaciones especiales de inmigración respondía a un recurso de Qatada, que había solicitado que fuera puesto en libertad bajo fianza después de que el Tribunal europeo de Derechos Humanos fallara el pasado 17 de enero contra su entrega a Jordania.
El tribunal de Estrasburgo consideró que su extradición a su país natal violaría su derecho a un juicio justo, dado que las pruebas aportadas contra él habían sido obtenidas bajo tortura.
Pese a la oposición del Ministerio británico del Interior, que intenta conseguir de Jordania garantías para la extradición, Qatada será liberado previsiblemente hoy bajo las condiciones impuestas por el juez.
El clérigo islamista llevará un brazalete electrónico de control y estará la mayor parte del día bajo arresto domiciliario, excepto dos salidas de una hora.
El ministerio británico se plantea pedir una revisión de la decisión del Tribunal de Estrasburgo mientras negocia a contrarreloj con el Gobierno jordano para obtener garantías de que se puede realizar la entrega del clérigo conforme a la legislación internacional.
Qatada, de 52 años, fue detenido en 2002 en el Reino Unido, adonde llegó en 1994 como refugiado, por ser sospechoso de pertenecer a la red terrorista de Al Qaeda y fue condenado en rebeldía en Jordania por participar en dos conspiraciones terroristas en 1999 y 2000.