Refirió que, de acuerdo con información divulgada por el propio medio de comunicación, la periodista cubría un desalojo en esa demarcación cuando los policías la detuvieron y trasladaron al Ministerio Público de Tlalnepantla aun cuando se identificó ante ellos y ante un funcionario de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
En vez de apoyo recibió agresiones verbales, psicológicas, físicas y sexuales por parte de los agentes preventivos y ministeriales mientras el operativo dejaba un saldo de nueve personas heridas y cinco detenidos.
"Cualquier ataque hacia quienes ejercen el periodismo debe ser investigado y sancionado inmediata y objetivamente", demandó el parlamentario, quien llamó a las autoridades a erradicar toda violencia contra las y los comunicadores y a evitar que, en lugar de ello, dicha violencia escale a niveles como los que se han vivido en Veracruz, Coahuila, Quintana Roo, Tamaulipas y varios otros estados de la República.
De por sí –dijo- México ya es considerado como uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo y mal harían las autoridades de todos los niveles en auspiciar, permitir, tolerar o dejar impune cualquier agresión como la que ejercieron los policías mexiquenses en contra de la reportera.
El Estado de México –recordó- es una de las entidades más inseguras para la ciudadanía en general y las autoridades deben abocarse a erradicar esa inseguridad en lugar de contribuir a ella atacando a quienes aportan a la convivencia ciudadana y a la gobernabilidad mediante la comunicación, como en este caso específico a una periodista.
Como es ya sabido –continuó-, los ciudadanos del Estado de México elegirán dentro de seis meses a su próximo gobernador y sería poco prudente que desde ahora se quisieran o permitieran los ataques a la prensa, como sucedió en otros estados, con el objetivo de impedir que realicen su labor, que es la de informar y ventilar opiniones sobre el quehacer gubernamental, así sea un desalojo.
“Los ataques hacia periodistas en México deben parar. Apenas hace unos días las oficinas de Carmen Aristegui fueron allanadas, pero como ella muchos otros comunicadores son atacados sin que las autoridades lo eviten o lo persigan. Las mujeres periodistas además enfrentan una doble amenaza por su profesión y por su género. Los ataques sexuales hacia la reportera no pueden minimizarse y la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas debe investigar esta situación”, puntualizó.
En este sentido, se solidarizó con el gremio periodístico, pero además exigió la investigación pronta, la reparación de daños y el castigo a todos los culpables.