Denunció también que la Reforma Laboral está frenada en la Cámara de Diputados, porque el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, como cómplice de la iniciativa, no quiere tener costos electorales en los comicios de la entidad.
En el marco del Día del Trabajo, el legislador perredista aseguró que el partido tricolor “paró temporalmente” la iniciativa, y cuestionó “¿por qué la paró el PRI? No la paró porque vaya a pretender su no aprobación, la paró por un cálculo electoral, estrictamente”, señaló.
Sin embargo, estimó que para septiembre hay que prepararse, porque ahí viene la iniciativa y la lucha que hay que dar”.
Ante cientos de integrantes del Sindicato Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal y del Sindicato Nacional del Seguro Social, entre otros, aseguró que “ya le encontramos al gobernador del estado de México un lado flaco".
En ese sentido, indicó que el lado débil del político mexiquense es su miedo a las urnas", tiene miedo a las repercusiones electorales para 2012”, señaló.
Por ello, estimó que este 1 de mayo debe ser “preventivo” y llamó al sector sindical para iniciar una intensa jornada de información sobre las repercusiones de esta reforma que pretenden aprobar los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados.
“Es el momento entonces de aprovechar eso y mostrar públicamente que si es el gobernador que controla al grupo de los legisladores en la Cámara de Diputados, se anima en septiembre a impulsar la reforma, subrayó.
“Entonces, en cada estado de la República y en todo el país, los trabajadores sepan a qué le tiran si ese personaje llega a ser presidente en el 2012”, declaró.
“Porque puede ser peor que (Carlos) Salinas, puede ser peor que (Miguel) De la Madrid”, aseveró.
“Si el PRI regresa en 2012 con Peña Nieto, regresa lo peor del salinismo, lo peor del régimen de (Miguel) De la Madrid, los despidos, los recortes, el combate a los sindicatos, el tenerlos en un puño, porque estas personas no saben de juego democrático ni de libertades sindicales”, resaltó.
Los legisladores del PRD en ambas cámaras mantendrán la lucha porque no prospere esa reforma, pero remarcó, “hay que ser realistas, en el juego parlamentario de mayorías y minorías poco podemos hacer con los votos de la izquierda en el Congreso”.
“Si no hay una presión pública, si no hay movilización de trabajadores, si los sindicatos no se unifican para impulsar una lucha contra esta reforma y si no le cobramos a Peña Nieto este tema, no lo vamos a poder parar”, aseveró.
Navarrete aclaró que el PRD sí quiere una Reforma Laboral, en la que se respeten los derechos de los trabajadores y en la que no haya fraude cometido por empresas mexicanas que ya les gustó el tema del outsourcing.
El legislador del PRD negó tajantemente aceptar que la modernización del país se dé sobre la base de decir “más trabajo, más productividad, más ganancias, pero al mismo tiempo, menos condiciones para los trabajadores, menos garantías sociales y menos derrama hacia abajo, finalizó.