El Gobierno de Estados Unidos insistió este jueves en que la zona afectada por los vertidos tras el descarrilamiento de un tren en Ohio hace trece días es segura y el agua no está contaminada, pese a los temores de los vecinos.
El Gobierno de Estados Unidos insistió este jueves en que la zona afectada por los vertidos tras el descarrilamiento de un tren en Ohio hace trece días es segura y el agua no está contaminada, pese a los temores de los vecinos.