Uno de los ataques cibernéticos más graves y costosos sufridos por Estados Unidos, que en mayo afectó a la red de oleoductos Colonial, se podía haber evitado si un empleado de la compañía no hubiera utilizado su contraseña de la compañía para acceder a páginas web, según lo declarado este jueves por su consejero delegado, Joseph Blount.