Al participar en Durango en la inauguración de las actividades de Mayo, mes de la cultura del agua, Heidi Storsberg aseveró que a la fecha suman mil 509 ECA en todo el país, de los cuales 50 se encuentran en esta entidad, cuyo gobierno fomenta los valores en torno al uso eficiente del agua.
Puntualizó la necesidad de que todos los gobiernos estatales contribuyan a fortalecer los ECA municipales y garantizar su funcionamiento continuo, con el objeto de que en ellos permanezcan los formadores de cultura del agua, quienes se han capacitado en los últimos años para dar continuidad al propio Programa de Cultura del Agua.
En el mismo sentido, la funcionaria federal dio a conocer que a finales de 2011, la Conagua hará una evaluación cualitativa de los ECA en todo el país, con el propósito de conocer el impacto que han tenido sobre la población atendida en los últimos trece años. Así, se podrán implementar diversas acciones para fortalecerlos y garantizar que su funcionamiento no sea interrumpido con los cambios de gobierno municipal.
Ante ello, convencidos que la educación permite la transformación de los valores, creencias y actitudes, principalmente en los niños —quienes son los vigilantes más importantes de los buenos hábitos del cuidado del agua— la Conagua también promueve y coordina en México el programa conjunto UNESCO-PHI/WET “Agua y Educación para las Américas y el Caribe”, cuyo objetivo es ayudar a los educadores del país en el desarrollo, implementación y evaluación de programas educativos en materia de agua. Con este fin, se realizan talleres sin fines de lucro, dirigidos especialmente a educadores formales y no formales de nivel preescolar a medio superior, buscando facilitar la labor docente con actividades relacionadas al agua.
Además, detalló, la Conagua participa en la educación formal de los niños con acciones como la revisión, en coordinación con la Secretaría de Educación Pública (SEP), de los programas escolares, la actualización de los contenidos en materia de agua en los libros de texto y la impartición de cursos, talleres y pláticas en las escuelas. En tanto que en la educación no formal participa con la instalación de espacios lúdicos permanentes ubicados en sitios estratégicos, como es el inaugurado recientemente en la Granja las Américas, en el Distrito Federal.
Aseveró que también se requiere la participación decidida de los gobiernos estatales, en lo cual Durango es ejemplo nacional transexenal, pues ha logrado que una iniciativa legislativa, como la celebración de Mayo, mes de la cultura del agua, se convirtiera en una política pública con la que se divulgan y llevan a la práctica métodos para la preservación y aprovechamiento racional del agua, como parte de una estrategia para implementar una nueva cultura del agua en el Estado.
Por su parte, el gobernador de la entidad, Jorge Herrera Caldera reflexionó sobre la importancia del agua en el desarrollo y la vida. Subrayó que “es indispensable, fundamental y vital para el futuro, no sólo de los niños duranguenses y de México, sino para el futuro de la humanidad”, por ello dijo que es necesario cuidar los recursos naturales, especialmente los involucrados en el ciclo del agua, como son los bosques.
Heidi Storsberg señaló, para lograr un cambio de mentalidad colectiva en torno a nuevas conductas, comportamientos y hábitos en torno al uso y cuidado del agua, además de construir e invertir en infraestructura hidráulica, la Conagua trabaja para impulsar cambios estratégicos en organización institucional, planeación, legislación, reglamentación, financiamiento y, sobretodo, educación y capacitación, lo cual está incluido en la Agenda del Agua 2030, una política hídrica de largo plazo construida de manera democrática.
Recordó que la Conagua asumió el compromiso de formular y coordinar la implementación de esta Agenda, la cual permitirá entregar a las siguientes generaciones un país con ríos limpios, cuencas y acuíferos en equilibrio, cobertura universal de agua potable y alcantarillado, así como asentamientos seguros frente a inundaciones catastróficas.
La funcionaria federal concluyó al señalar que para la Conagua los desafíos del agua son grandes y complejos pero superables “si actuamos con determinación y unidad. Pero tenemos que cambiar nuestro modo tradicional de relacionarnos con el agua; no podemos seguir viéndola como un recurso inagotable, sino como un bien escaso y costoso que es necesario manejar responsablemente para nuestro beneficio y para las futuras generaciones”.