"Giger (Suiza, 1940-2014) tiene un gran impacto en la cultura popular pero institucionalmente sobre todo en su país natal nunca se le han dedicado exposiciones. Es necesario reivindicarlo", explicó a Efe Carlos Arenas, comisario de la exposición "Solo en la noche", que recopila la obra del artista.
La muestra se abrirá al público el próximo 4 de diciembre hasta el 31 de marzo y con ella se pretende hacer una retrospectiva y dar valor a la creación del suizo, que fue mucho más allá del diseño de "Alien: El octavo pasajero".
"Este alien es la punta del iceberg, ya que Giger empezó a trabajar en 1960 y aunque esta exposición celebra esa película, el punto es mostrar la otra parte de su trabajo que es enorme y tiene mucho valor contemporáneo", explicó Patrick Giger, del museo Le Lieu Unique de Francia, donde se llevó a cabo por primera vez la exposición.
La muestra constará de diez salas, entre ellas una dedicada a "Alien", que recogen casi 200 piezas: desde sus primeros dibujos a tinta y cuadros de óleo, hasta trabajos escultóricos, obras para Hollywood, muebles o sus piezas hechas con aerógrafo, su técnica más conocida, lo que convierte esta exposición en la más grande jamás realizada sobre la obra del suizo.
Giger es reconocido como maestro del arte fantástico, del surrealismo oscuro y terrorífico, y a lo largo de su vida realizó trabajos como artista plástico, dibujante, escultor y sobre todo pintor, con un estilo que él mismo clasificó como "biomecánico".
Desde este estilo, habló en su obra de temas que "asolaban el mundo -y algunos todavía lo hacen- como las guerras, las plagas o el miedo a la tecnología", lo que convierte su arte "en algo no solo fantástico, sino vinculado directamente a la realidad", matizó el español Arenas, quien desde hace más de 20 años estudia a Giger.
"Empecé hace 20 años cuando hice mi tesis doctoral sobre Giger y gracias a una fundación suiza pude contactar con él, conocerlo y conocer su círculo artístico", detalló.
Después de presentar su tesis en 2005 hizo una exposición en Valencia y más tarde en San Sebastián, en el contexto del festival de cine.
También pudo realizar la muestra en Francia y en Suiza, pero no fue hasta esta vez en México que pudo conseguir el mayor número de objetos gracias a la ayuda de coleccionistas privados.
Ahora Arenas se siente comprometido con Giger y con su obra para dar a conocer lo que en vida no recibió todo el reconocimiento merecido.
"Cuando un artista fallece es cuando hay que reivindicarlo ya que tal vez no ha sido reconocido en vida oficialmente. Siento esa necesidad", terminó el historiador y profesor de historia del cine.