Los viajes por encima de la velocidad del sonido han sido una de las apuestas a largo plazo para Virgin Galactic, que ha estado desarrollando naves espaciales reutilizables capaces de enviar personas en viajes cortos al límite del espacio durante más de una década.
La compañía dijo haber completado la fase de revisión con la NASA del diseño de su vehículo supersónico y apuntó que ahora trabajará con la Administración Federal de Aviación (FDA en inglés) para crear un marco que certifique sus naves para poder volar.
"Hemos hecho un gran progreso hasta ahora y esperamos abrir una nueva frontera en viajes de alta velocidad", dijo el jefe de operaciones espaciales de Virgin Galactic, George Whitesides, a través de un comunicado donde especificó que el acuerdo con Rolls Royce serviría para trabajar en el diseño y desarrollo de una tecnología de propulsión de motores para aviones comerciales de alta velocidad.
Rolls Royce cuenta con un historial de fabricación de motores supersónicos, ya que en su momento construyó los de los aviones Concorde.
El diseño supersónico del modelo inicial inicial es el Mach 3, con capacidad para viajar a una velocidad tres veces la velocidad del sonido, y utiliza un avión con alas tipo delta que podría ser capaz de transportar entre 9 y 19 pasajeros a una altitud superior a los 60,000 pies, unos 18,300 metros de altitud.
Las acciones de Virgin Galactic, que presenta resultados este lunes tras el cierre, subieron cerca de un 2 % tras la apertura de Wall Street. En lo que va de año se ha revalorizado más de un 100 %.
La compañía pertenece al conglomerado Virgin Group, del empresario británico Richard Branson, e inició su andadura en la bolsa neoyorquina en octubre de 2019 tras fusionarse con la empresa de inversiones Social Capital Hedosophia, fundada por el multimillonario de Sri Lanka y exejecutivo de Facebook Chamath Palihapitiya, quien posee un 49 % del negocio mientras Branson mantiene el 51 %.