Los analistas habían esperado un estancamiento del dato internanual y estimaban que la tasa se redujera en un 0.1 por ciento con respecto al mes anterior. El índice se mantuvo en cambio invariable con respecto a septiembre.
La subida de los precios de la vivienda y otros productos se vio compensada por la caía de los precios del combustible y la energía.
La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos, más volátiles, aumentó un 0.2 por ciento y se situó en el 1.8 por ciento interanual.
La tasa sigue así por debajo del objetivo de la reserva federal estadounidense, la Fed, del 2 por ciento. (DPA)