"Se trata de que la estabilización del mercado requerirá la participación de aquellos países que anteriormente no han participado en la coordinación, y de ello hablan quienes actualmente mantienen contactos de trabajo", dijo en una rueda de prensa telemática el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Agregó que de momento no puede decir a qué países se refiere y pidió esperar la teleconferencia de la OPEP+ que tendrá lugar este jueves.
Sin embargo, el presidente ruso, Vladímir Putin, apuntó el viernes pasado directamente a Estados Unidos.
"Rusia considera necesario sumar esfuerzos. No fuimos nosotros quienes rompimos el acuerdo OPEP+. Estamos dispuestos a llegar a acuerdos con nuestros socios (...) y a dialogar al respecto con EE.UU".
El mandatario afirmó que los nuevos acuerdos podrían reducir la oferta en cerca de "los 10 millones de barriles diarios, puede que menos, puede que más".
A la pregunta de si Putin tiene previsto hablar sobre la situación en los mercados de crudo con las autoridades de Arabia Saudí, Peskov respondió negativamente.
"No, de momento no está en los planes", dijo el portavoz para añadir que los "contactos telefónicos se acuerdan muy rápido y, si es necesario, se celebran en un momento".
Contestó de igual manera cuando se le preguntó si Putin tenía previsto mantener una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El pasado 6 de marzo Rusia rechazó la propuesta saudí de retirar del mercado 1,5 millones barriles diarios adicionales a los 2,1 millones acordados por la OPEP+ a fines de 2018, tras lo cual Arabia Saudí lanzó una ofensiva comercial que provocó el desplome de los precios del crudo.
El periódico ruso Kommersant valoró el cambio de postura del Kremlin como una "retirada en la guerra por los mercados mundiales".