Los nuevos impuestos a empresas incluidos en la propuesta de Ley de Ingresos de México, entre éstos elevar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) al 30 por ciento y otros tributos especiales, inhibirán la inversión nacional y extranjera, afirmó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la máxima cúpula patronal.
"Más de lo mismo no es suficiente; más gasto, más déficit, más informalidad y menos inversión equivalen a menos crecimiento y más desempleo", indicó el CCE.
El organismo patronal aseguró que la insistencia en elevar el ISR y crear nuevos impuestos "confirman que nuestro país va en sentido contrario a las economías que han enfrentado con mayor éxito los impactos de la crisis financiera internacional".
Añadió que una política fiscal "tan fuera de foco" contribuirá a que México sea desplazado como destino de inversión extranjera directa.
El CCE afirmó que el escenario previsto en el plan económico del Gobierno es de "más impuestos, desincentivos a la inversión y un mayor resquebrajamiento de la seguridad jurídica" lo que se reflejarán negativamente en la inversión privada.
A principios del mes pasado, el Gobierno mexicano presentó un proyecto económico para 2010, que incluía diversas propuestas para cubrir un aumento de impuestos ante la caída de la recaudación, entre estos un severo recorte al gasto público.
El Gobierno argumentó la necesidad de cubrir un "agujero fiscal" por unos 300 mil millones de pesos (unos 22 mil 200 millones de dólares), que se busca cubrir con aumentos a diversos impuestos, entre ellos a la renta y a productos como el alcohol, el tabaco, telecomunicaciones, juegos y sorteos.
El CCE añadió que la inversión extranjera podría caer hasta en un 50 por ciento en 2010, y pondría en riesgo el empleo de entre 150 mil y 200 mil mexicanos.
Advirtió que esta política es contraria a la que mantienen países como China, Corea e India que mantienen inversiones superiores a 30 por ciento del PIB y les permite recuperar rápidamente su capacidad de crecimiento, que alcanza tasas superiores a 6 por ciento y en el primero de los casos incluso por arriba de 10 por ciento.
Los líderes empresariales advirtieron que la discusión del paquete económico muestra que los legisladores tienen un interés de mantener el gasto elevado para sostener "sus prerrogativas y desarrollar sus agendas políticas propias".
También señalaron que los acuerdos que se perfilan en la Cámara de Diputados permiten advertir que los mayores ingresos públicos serán cargados a los contribuyentes cautivos.
Los diputados tienen plazo hasta mañana 20 de octubre para aprobar mañana la Ley de Ingresos y enviarla al Senado para su ratificación o revisión.
Los empresarios lamentaron que no exista ninguna señal que permita ampliar la base de contribuyentes, que dé estímulos a la inversión u ofrezca medidas de simplificación que permitan que la economía informal se incorpore a la formal.
El organismo empresarial pidió a los legisladores de todos los partidos que analicen con responsabilidad las consecuencias de los cambios propuestos en temas de impuestos.
"Estamos a tiempo de evitar una medida que en vez de beneficiar, tendrá repercusiones negativas para el entorno económico, productivo y laboral del país".