La noticia tuvo un efecto inmediato en los mercados de deuda, provocando que la rentabilidad del bono griego a diez años volviera a tocar máximos a finales de la mañana, con una diferencia de 532 puntos básicos respecto al bono alemán de referencia.
Nada más publicarse el incremento del déficit, desde el 12.7 por ciento del PIB hasta el 13.6 por ciento, Atenas reaccionó con una nota en la que reiteraba su intención de hacer todo lo necesario para "restaurar la responsabilidad fiscal" y reducir el déficit en cuatro puntos porcentuales este año, un objetivo "para el que ya se han tomado las medidas necesarias".
El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, sin embargo, consideró que la revisión "subraya la urgencia de intensificar los preparativos de reformas estructurales y medidas adicionales para los próximos años", especialmente a partir de 2011, según dijo desde Washington, donde hoy se reúne con el director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn.
Funcionarios de ambos organismos, junto con técnicos del Banco Central Europeo, se han desplazado a Atenas esta semana para discutir los detalles del plan de saneamiento de las cuentas griegas, como paso previo a la concesión de un crédito conjunto de unos 35 mil millones de euros, que será "rápidamente" activado en caso de que Grecia lo necesite.
El programa griego tiene por objetivo cumplir la exigencia europea de reducir el déficit hasta el 3 por ciento del PIB en 2013, como marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, aunque el portavoz comunitario Amadeu Altafaj abrió hoy la puerta a la revisión de esta meta con objeto de reflejar la nueva realidad de las cuentas griegas.
Altafaj también explicó que la revisión al alza de los datos de déficit y deuda griegos no han resultado "inesperados" para el Ejecutivo comunitario, pues el Gobierno griego siempre "ha sido honesto" y había advertido de que las previsiones anteriores eran "indicativas".
Sin embargo, no se trata de la primera vez que las cuentas de Grecia son corregidas por Eurostat, que en enero pasado publicó un duro informe en el que criticaba a las autoridades helenas por las irregularidades sistemáticas detectadas en su contabilidad.
Entonces, la oficina de estadística comunitaria ya elevó el déficit público griego de 2008 desde el anunciado 5 por ciento hasta el 7.7 por ciento, y las previsiones para 2009 desde una estimación del 3.7 por ciento hasta el 12.7 por ciento.
En esta ocasión, las principales reservas expresadas por Eurostat para argumentar la provisionalidad de las cifras sobre Grecia tienen que ver con "el superávit de los fondos de la Seguridad Social para 2009, la clasificación de algunas entidades públicas y el registro de las operaciones con 'swaps'".
Grecia admitió en febrero pasado el uso de estos instrumentos financieros, cuyo efecto fue enmascarar la deuda en 2001, y Eurostat quiere investigar en mayor profundidad el efecto de los mismos sobre las cuentas de ese ejercicio y los siguientes, según explicaron fuentes comunitarias.
Por este motivo y pese a que la revisión de hoy "supone un paso adelante para la normalización de las estadísticas griegas", el comisario Rehn reiteró hoy su llamamiento a dotar de poderes de auditoría a Eurostat que eviten la repetición de un escándalo semejante.
En cuanto al resto de países de la UE, Eurostat afirma que España tuvo el cuarto déficit público más elevado en 2009, al situarse en el 11.2 por ciento del producto interior bruto, por detrás de Irlanda, que registró un déficit del 14.3 por ciento del PIB en 2009; Grecia, con un 13.6 por ciento; y Reino Unido, con un 11.5 por ciento.
El déficit aumentó en España, desde el 4.1 por ciento en 2008, debido al efecto de la crisis económica, que ha provocado una disminución de los ingresos y un aumento del gasto público, según explica el organismo estadístico de la UE en un comunicado.
En el conjunto de la UE, el déficit público se disparó desde el 2.3 por ciento del PIB en 2008 hasta el 6.8 por ciento de 2009, y se incrementó desde el 2 por ciento al 6.3 por ciento en la zona del euro.
Los países que mejor se comportaron en este sentido fueron Suecia, con un déficit del 0.5 por ciento; Luxemburgo, con un 0.7 por ciento; y Estonia, con un 1.7 por ciento, mientras que ningún Estado miembro generó superávit en 2009.
En total, veinticinco Estados miembros empeoraron su porcentaje de déficit público respecto al PIB en 2009, comparado con las cifras de 2008, y sólo dos (Estonia y Malta) registraron una mejora.