La caída era esperada por los analistas y arrastra a los precios cada vez más lejos del objetivo del Banco Central Europeo (BCE), que considera como estabilidad de precios una inflación algo por debajo del 2.0 por ciento anual.
Pese a todo, los analistas no creen que el BCE anuncie nuevas medidas de estímulo en su próxima reunión regular, que será esta semana en Nápoles.
La caída de septiembre se produjo sobre todo por una nueva reducción de un 2.4 por ciento en los costes de la energía, informó la agencia de estadísticas europea. El nivel de precios es el más bajo desde octubre de 2009.
El bloque de 18 países de la moneda única salió de la recesión que sufrió el año pasado, pero desde entonces lucha sin éxito por reducir las elevadas cifras del desempleo, que según los datos también de hoy de Eurostat se sitúa en el 11.5 por ciento en promedio.