Después del pico observado en junio de 2022, la inflación de la energía siguió cayendo con fuerza en la mayoría de los países de la OCDE, del 23.8 % en noviembre al 18.4 % en diciembre, alcanzando su nivel más bajo desde agosto de 2021. La inflación de los alimentos y la inflación sin alimentos ni energía también disminuyeron, al 15.6 % y al 7.2 % respectivamente, en parte debido a las pronunciadas caídas en Türkiye.
En diciembre, la inflación disminuyó en todos los países del G7 excepto en Japón. La mayor disminución se observó en Alemania, lo que refleja un subsidio único en las facturas de gas. La inflación de los alimentos y la energía siguió siendo el factor que más contribuyó a la inflación general en Francia, Alemania, Italia y Japón, mientras que la inflación sin alimentos ni energía fue el principal impulsor en Canadá, el Reino Unido y los Estados Unidos (Gráfico 2).
En la zona del euro, la inflación interanual medida por el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IPCA) cayó hasta el 9.2% en diciembre, desde el 10.1% de noviembre. La inflación de la energía siguió cayendo, pero la inflación sin alimentos ni energía siguió aumentando en diciembre. La estimación preliminar de Eurostat para enero de 2023 apunta a una nueva disminución de la inflación interanual en la zona del euro, hasta el 8.5 %, con una caída significativa de la inflación de la energía y una inflación sin alimentos ni energía estable.
En el G20, la inflación interanual cayó hasta el 8.5% en diciembre, desde el 9.0% de noviembre. Fuera de la OCDE, la inflación interanual disminuyó en Brasil y Sudáfrica, pero aumentó en Argentina, China, India, Indonesia y Arabia Saudita.